No hay teatro sin
espectadores. Se podrá prescindir de las luces, el sonido, el
vestuario y el maquillaje, incluso del texto, pero sin la necesidad
compartida del hecho teatral, de la relación actor-público, pierde
sentido toda sustancia escénica. Es por eso que cuando se piensa en
el presente y futuro de una sala teatral, como parte de una comunidad
artística, es fundamental plantearse -entre otros tantos objetivos-
la formación de públicos, la búsqueda de nuevas audiencias.
Desde la reapertura del
Teatro Solís de Montevideo, en el año 2004, con la dirección de Gerardo Grieco y
la gestión de Daniela Bouret al frente de la Dirección de
Desarrollo Institucional, se vienen desarrollando una serie de
actividades que aún se mantienen y se consideran esenciales: visitas guiadas como forma de propiciar un primer acercamiento a la
historia del edificio y las artes, y sobre todo programas de extensión y de
acceso a diferentes públicos, generando cupos de localidades a una
amplia oferta de música, teatro y danza.
En una nueva y
fermental etapa de gestión de la principal sala montevideana,
iniciada en el 2015 con Daniela Bouret al frente del Solis, una de
las líneas centrales de su proyecto de dirección radica en el
desarrollo de audiencias, con planes concretos y diferenciados para
formar o sensibilizar ciudadanos en torno a las prácticas
artísticas. "Son desafíos y responsabilidades que como teatro
público debemos impulsar", puntualiza Bouret, quien convocó al
especialista Gustavo Robaina, en el rol de coordinador, para delinear
y desarrollar nuevos desafíos en el campo de la formación de
públicos. Esta temporada 2016 -a través de un programa iniciado con la obra
argentina Hamlet ha muerto- se lanza la primera etapa de
un programa que incluye la participación, como espectadores, de
estudiantes de bachillerato, en una experiencia que incluye
actividades previas a la función, fichas didácticas y encuentros
entre artistas, docentes y estudiantes.
***
¿Cómo surge la
idea de esta nueva experiencia que
desarrollará el Solis?
Daniela Bouret: Fue luego de conocer los caminos recorridos por la Escuela de Espectadores de Argentina, con Ana Duran, la experiencia del GAM de Santiago de Chile, con Javier Ibacache, y los aportes teóricos del investigador uruguayo Gonzalo Vicci. A partir de estas experiencias compartidas con referentes de teatros de la región, decidimos iniciar un giro conceptual a los caminos que estábamos transitando en el teatro, buscando facilitar el acceso a herramientas simbólicas que permitan, no solo conocer sino modificar y construir nuevas situaciones, permitiendo el ejercicio pleno de los derechos.
Daniela Bouret: Fue luego de conocer los caminos recorridos por la Escuela de Espectadores de Argentina, con Ana Duran, la experiencia del GAM de Santiago de Chile, con Javier Ibacache, y los aportes teóricos del investigador uruguayo Gonzalo Vicci. A partir de estas experiencias compartidas con referentes de teatros de la región, decidimos iniciar un giro conceptual a los caminos que estábamos transitando en el teatro, buscando facilitar el acceso a herramientas simbólicas que permitan, no solo conocer sino modificar y construir nuevas situaciones, permitiendo el ejercicio pleno de los derechos.
¿Cuáles son las iniciativas diseñadas especialmente para público joven?
DB: Para este
proyecto concreto pensamos en tres aspectos concretos: una
programación específica para jóvenes, elementos didácticos que
acompañen el proceso y el compromiso docente. Aquí el trabajo
concreto del Área de Desarrollo de Audiencias fue clave para poner a
todo el teatro en marcha: comunicación, gestión de espectáculos,
técnica y atención al público, para que todo esté listo para
cuando llegue el público.
¿Qué tipo de
espectáculos se han elegido para el desarrollo del ciclo?
Gustavo Robaina:
Optamos por tener una serie de propuestas que al mismo tiempo
convivieran con la programación anual del teatro. Las estrategias
fueron diferentes, según cada disciplina. Para el caso del teatro,
partimos de una preselección realizada por Ana Durán, de un
conjunto de obras que habían pasado por el programa de formación de
espectadores de Buenos Aires. Apostamos a lo mejor de la escena
independiente porteña, que permitiera un equilibrio entre propuestas
contemporáneas de calidad y lenguajes escénicos jóvenes, pero que
nos permitiera tenerlas en cartelera para un público más amplio que
los chicos que vendrán por el programa. Finalmente seleccionamos
tres obras que abordan de forma diferente temas cercanos a los
jóvenes, como ser la exploración del deseo adolescente a través de
un lenguaje de chicos de barrio y la expresividad del teatro-danza,
como es el caso de Todo piola,
o bien los temas universales que aborda la obra Hamlet está
muerto, como los vínculos de pareja, los conflictos con la
madre, entre amigos y el propio desconcierto ante la existencia,
visto en una escena contemporánea como puede ser la cocina de una
casa, musicalizada por canciones de El Mató a un Policía
Motorizado. O bien la propuesta de Yo seré tu madre tranquila,
un chico y su madre que recorren un elenco de personajes femeninos, a
través de objetos, poemas y canciones que remiten a esos mundos con
un claro enfoque de género. A esta selección se le suman, en la
escena local, las propuestas para esta temporada 2016 de la Comedia
Nacional, como El Gato de Schrodinger,
dirigida por Santiago Sanguinetti, y una versión del clásico
Barranca Abajo, dirigida por Marianella Morena. En relación a
la danza contemporánea, nos asociamos al ciclo de danza
contemporánea que organiza Montevideo Danza. Con la curaduría de
Carolina Silveira, el ciclo seleccionó una serie de propuestas para
este año, en donde los estudiantes podrán convivir con el resto del
público asistente a la función de estreno.
El ciclo incluye
también propuestas relacionadas con el cine y ópera...
GR: Sí, se
trabajará a lo largo del año en un ciclo de cortos nacionales e
internacionales. La programación dará cuenta de realizaciones
nacionales, con contenido artístico que refleje la diversidad de
lenguajes cinematográficos, así como estéticas y temáticas. Se
ofrecerán cortos consagrados, como Ataque de pánico o La
mujer rota, pero también obras
de directores emergentes como Malos hábitos,
que recurre a personajes vampiro para retratar conflictos cotidianos
de convivencia en la pareja. En este caso se trabajó en una
preselección realizada por el ICAU, la Escuela de Cine del Uruguay y
Cinemateca Uruguaya. Finalmente, para el caso de la ópera, se
ofrecerán los títulos previstos para esta temporada. En todos los
casos, la idea que subyace tanto a la programación como a las
herramientas complementarias para generar ese proceso de "formación",
es contribuir a generar y desarrollar nuevos públicos jóvenes para
las artes escénicas y el cine, a través de la asistencia a
espectáculos. Nuestro interés es promover y desarrollar hábitos y
habilidades de apreciación de diferentes expresiones, promoviendo
una experiencia sensible y reflexión colectiva. Apostamos a
construir puentes entre el arte y el conocimiento curricular, pero
sobre todo enriquecer el universo sensible de los chicos.
¿Cómo viene
resultando el trabajo previo, en cuanto a la convocatoria y a las
expectativas de docentes y estudiantes?
GR: Nos vimos
sorprendidos por la buena recepción de esta propuesta, ya que
logramos tener a más de ciento setenta docentes interesados en
participar del programa. Como no tenemos oferta en formación de
públicos, para esa cantidad de chicos, tuvimos que realizar una
selección en función de tres criterios: capacidad de sostener el
proceso a lo largo del año, criterios de territorialidad y
diversidad de edades en función de las características de la
programación. Estamos trabajando conjuntamente con los docentes para
definir la oferta a la que cada uno vendrá a lo largo del año.
Además, les proporcionamos fichas didácticas con un componente
teórico en relación a la disciplina, así como un conjunto de
actividades previas y posteriores a realizar en el aula. Los docentes
están entusiasmados, porque nuestra invitación es a sumar esfuerzos
por una formación más integral, para ayudar a formar, además de
nuevos públicos, personas críticas, sensibles, que accedan a
experiencias estéticas.
¿Qué
particularidad tienen estos nuevos públicos?
DB: No
hay que perder de vista que son consumidores de bienes
culturales que también quieren tomar protagonismo, ya que hoy, con
el acceso a nuevas tecnologías, los jóvenes son productores de sus
propios videos, imágenes y textos -en celulares, por ejemplo-, y que
los hacen circular todo el tiempo. Estos son nuevos escenarios donde
la sociedad se muestra e interactúa, y convivimos -por ejemplo- con
jóvenes que les cuesta tener apagado su celular en las funciones, o
estar en silencio expectantes en lo que pasa en el escenario.
((artículo publicado en revista CarasyCaretas, 04/2016))
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