teatro y compromiso

Elenco de "Los Heridos", escrita y dirigida por Fontán.

En una premiación de los Florencio a lo mejor del teatro uruguayo 2016 dominada por autores clásicos y versiones locales de grandes títulos, con el indiscutido premio mayor al Viaje de un largo día hacia la noche montado por Jorge Denevi, dos obras de autor nacional dejaron en evidencia el espacio –alternativo pero más que visible– de un teatro comprometido con problemas urgentes y bien contemporáneos. Federico Roca (Premio Florencio a Mejor Texto) compuso en Día 16 una obra de alto impacto, dirigida por Alicia Dogliotti y con exitosa temporada en Teatro del Museo, continuadora de la línea que iniciara en la pieza documental SEIS, todos somos culpables. De la homofobia y la transfobia pasó a colocar su pluma en un trabajo que denuncia la violencia de género y los feminicidios. Valeria Fontán (Premio Florencio Revelación), en su debut como autora y directora, trabajó en Los heridos sobre la dura realidad en los establecimientos psiquiátricos.

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Los premios Florencio que ambos obtuvieron con sus obras están validando, de manera directa un teatro comprometido con temas sociales. ¿Cuánta es la importancia de este compromiso en sus creaciones?
Federico Roca: Hace varios años que estoy enfocado en estas temáticas. Todo empezó con SEIS, todos somos culpables, que hablaba del caso de las seis chicas trans asesinadas entre 2012 y 2013. Luego, al investigar sobre machismo y patriarcado, la idea de Día 16 comenzó a tomar forma en mi cabeza. O sea que hace por lo menos cinco años que ando en vueltas con la cuestión, y ha sido un viaje más que doloroso, porque no puedo escribir por fuera de una total empatía con mis personajes.
Valeria Fontán: El compromiso relacionado con la realidad que viven los pacientes psiquiátricos fue algo que todos en Los heridos tuvimos muy presente desde los primeros ensayos. Hablamos mucho del tema, nos pasábamos notas de prensa sobre hospitales psiquiátricos aquí y en otros países, vimos documentales, entrevistas, de todo. Luego, cuando la anécdota de la obra empezó a definirse, nos concentramos en eso y nos olvidamos de que era una obra “comprometida con la sociedad”.

Día 16, de Federico Roca: mejor texto del año.
¿De qué manera temas como la violencia de género y la locura, entre otros, pueden y deben ser tratados en la escena, en el teatro?
VF: Creo que pueden y deben ser tratados en el teatro; el tema es darles una mirada personal. Son temas que fácilmente pueden caer en el cliché o el panfleto, y yo, al menos, le rehúyo a eso porque cuando veo una obra panfletaria me aburro soberanamente. Creo que la clave es no subrayar. Si hablás de un tema horroroso, el horror ya está en el tema en sí mismo, y si lo subrayás la obra se puede volver plana y termina aburriendo... Pero me voy a contradecir, porque, a la vez, siempre hay excepciones. En nuestra experiencia, por ejemplo, le pusimos cabeza y alma a construir esos personajes desde un lugar de seriedad y respeto, sin clichés. Porque sabíamos, en el fondo, que si hacíamos eso, la relevancia social iba a estar más que presente. Pero iba a ser más difícil que apareciera si estábamos demasiado pendientes de eso. Sabíamos que solamente teníamos que contar una historia.
FR: ¡Es lo que todos queremos saber! Yo no soy director. Soy de los autores que una vez que entregan un texto se desentienden todo lo posible del proceso del director y sus actores. Participo sólo cuando se me pide que lo haga. En Día 16 me encontré con la necesidad, como autor, de mostrar explícitamente la violencia, porque mucho se habla, y todos teorizamos, pero nadie sabe lo que realmente pasa detrás de las puertas de las casas. Hablé con víctimas de violencia, psicólogos, telefonistas de los servicios de ayuda y, en general, con mucha gente vinculada al tema, y entendí que, inmersos como estamos en una cultura de la imagen, era necesario mostrar lo que no se muestra, para que el público tuviera una vaga idea de las cosas terribles a las que se enfrentan las víctimas de violencia. Alicia Dogliotti, la directora, que además fue actriz de SEIS, entendió mis razones y mantuvo lo que yo había puesto en el texto desde el principio. Así que en la obra ocurren un par de hechos violentos, pero Alicia los revistió de poesía a nivel visual, así que uno es testigo de un par de asesinatos, sí, pero no impresionan desde un lugar gore o agresivo, sino que son más bien eclosiones de situaciones que generan impacto.

¿Cómo se acomoda esta necesidad de decir en la acción teatral con la búsqueda o no de nuevos lenguajes escénicos?
VF: En Los heridos teníamos puras preguntas de cómo contar esa historia, y ninguna certeza. Eso lo teníamos bien claro todos los integrantes del proceso, desde el principio. Actores, diseñadores, la dirección. Por suerte, el grupo me acompañó en esa búsqueda y me dio un voto de confianza para tirarnos a trabajar sin un texto definido, sin certezas pero con mucho entusiasmo. Trabajar actoralmente las enfermedades psiquiátricas es una fiesta, es un estado de mucha libertad e intensidad.
FR: Bueno... yo soy escritor. No soy actor, no soy director, así que hay algunas cuestiones que me tocan medio de costado. Además, lo mío es el teatro de texto, que, contra todo lo que muchos opinan, no está muerto para nada. Lo que me interesa es contar una buena historia, y creo que la búsqueda del lenguaje escénico, nuevo o no, es trabajo del director. Supongo que tengo esa tranquilidad, justamente, porque soy específicamente escritor... Día 16 se vuelca a una puesta más brechtiana y propone un distanciamiento que mantiene al espectador alerta, sin asustarlo y sin quitarle la posibilidad de la reflexión. Pero SEIS, que la dirigió Fernando García Compare, si bien viene del mismo lugar creativo, no podía ser más diferente. Se aproxima a un modelo aristotélico, porque la profusión de temáticas complejas que trataba (crímenes de odio, homofobia, transfobia) se hubiera visto seguramente desvirtuada y confundida por la inclusión de violencia en escena. Nos enfocamos en todo lo que ocurrió alrededor de los asesinatos, en las familias de las asesinadas, los amigos de las asesinadas, los que pensaban mal de las asesinadas. Entonces, si bien los asesinatos estaban muy presentes, no se veían. Eran una presencia ominosa, y el efecto era muy turbador.

¿Qué repercusión tuvieron sus obras en sus respectivas temporadas y en relación con los temas tratados?
FR: Yo estoy muy contento porque el público de Día 16 se quedaba, luego de las funciones, a hablar con la directora y los actores, y mucha gente se puso luego a buscar información, a leer, a descubrir que la violencia de género es una araña que teje telas muy intrincadas. Mucha gente no sabía, por ejemplo, lo desprotegidas que están las mujeres en algunos ámbitos del propio Estado. Así que se ha generado un movimiento en torno a la obra y logró, aparentemente, mover algunas conciencias.
VF: La respuesta del público fue lo mejor de este proceso. Había gente que nos decía que la obra le había provocado sensaciones fuertes pero esperanzadoras. Recibimos correos en los que algunos espectadores nos contaban su cercanía con las enfermedades psiquiátricas y cómo la obra les había hecho pensar en sus familiares o amigos con estas enfermedades. Otros se iban sin decirnos nada, pero conmovidos. Fue una experiencia muy removedora.

¿Qué perspectivas les abre este premio?
VF: Supongo que habrá gente que no me conoce que ahora tendrá curiosidad de ver algo que yo dirija o escriba, así que genial.
FR: ¡Bueno! El premio ha sido un honor muy grande y yo ya estaba más que contento con la nominación. Creo que lo único que uno espera es que el premio arroje un poco de luz sobre el trabajo que viene haciendo desde hace tantos años. Es posible que ahora sea un poco más fácil llegar a más gente. Pero no lo sé. Si funciona así como te digo, es doble premio. Pero no me cambia, ni un poco, la manera de trabajar ni los temas que me interesan hoy.

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Proyectos 2017
Federico Roca espera el estreno, en abril, de La bondad de los extraños, texto en el que toma a un personaje emblemático de Tennessee Williams, Blanche Dubois, para observarlo y hacerlo jugar desde las perspectivas y las problemáticas de género actuales. La obra estará dirigida por Lila García y protagonizada por Alicia Dogliotti. También está en otros proyectos, con direcciones de Rodríguez Compare y Fernando Amaral, además del reestreno de Día 16, Tal vez tu sombra y la continuación del proyecto de teatro documental 17 minutos. Por su parte, Valeria Fontán está trabajando en una versión de Un cuento de Navidad, de Charles Dickens, en los primeros contactos con actores y planificando el comienzo de los ensayos.

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