Días
nórdicos es una plataforma
creada en España en 2010 para difundir productos culturales
de Dinamarca, Suecia, Finlandia, Islandia y Noruega. El éxito de la
propuesta llevó a los organizadores a desarrollar el festival en
Iberoamérica. Montevideo se suma a la experiencia este año 2016, con la
presentación, el jueves 1 de diciembre en el CCE, del colectivo electrónico Liima
(Finlandia), la revelación pop electrónica Sandra Kolstad (Noruega), y los cantautores Teitur (Islas
Feroe) y Julia Clara (Islas Åland).
El motor
de Días nórdicos se llama
Ruben Scaramuzzino, diseñador y gestor cultural argentino que montó
en la ciudad española de Zaragoza, hacia finales de los años 90, la
revista de rock latino ZdeO (Zona de Obras). Dedicada a la difusión
de artistas iberoamericanos al otro lado del charco, la publicación
generó una rica historia que no se limitó a la edición en papel de
una revista que se transformó en culto. La apuesta de Scaramuzzino
funcionó como puente, como nodo de intercambio, e incluyó la
gestión de festivales temáticos dedicados a ciudades. Montevideo,
sin ir más lejos, tuvo en 2006 su desembarco en Zaragoza, con una
delegación que incluyó a Jorge Drexler, Dani Umpi, Max Capote,
Martín Buscaglia, Jorge Esmoris, Mauricio Rosencof, Hermenegildo
Sabat, Agarrate Catalina, una muestra de cine uruguayo y una
exposición de arte contemporánea de artistas del Fondo de Arte
Contemporáneo, entre otras actividades.
A
partir de 2010, ZdeO buscó ampliar su territorio de acción cultural
en la búsqueda de nuevas escenas para generar intercambios. Las
primeras ediciones de Días nórdicos,
celebradas en Madrid, fueron una atractiva ventana para productos
culturales provenientes de los países escandinavos, fundamentalmente
en lo que se refiere a música, diseño, arte contemporáneo,
literatura y cine. La plataforma viene creciendo anualmente, el año
pasado pisó suelo americano y en este mes de diciembre de 2016 llega por
primera vez a Montevideo, al escenario del Centro Cultural de España.
Un buen pretexto para una charla con Scaramuzzino sobre las
actuales redes de intercambios culturales y su experiencia, desde
hace 20 años, al frente de ZdeO.
***
¿Qué
te llevó a generar ZdeO y las diferentes plataformas de festivales
de intercambio entre artistas iberoamericanos?
Lo que
siempre busqué en mis proyectos es dar visibilidad al talento de
todo el continente, porque viviendo en España muchas veces molesta
ver que la visibilidad de Latinoamérica tiene que ver casi siempre
con la problemática social, económica o política de los países.
La idea de la revista fue mostrar el talento de artistas y creadores
que viven en Colombia, por ejemplo, más allá de la violencia y la
cocaína que muestran los medios. También es la impotencia de ver
cómo se pierden posibilidades de disfrutar, simplemente porque “la
industria” se maneja de forma bastante estúpida. Es increíble que
Gustavo Cerati sea un desconocido en España, por ejemplo. Y esa
impotencia es la que da energía para hacer cosas.
En los
últimos años se han formado redes como Charco (de sellos y
productores musicales independientes) o Redpem (de periodistas
musicales iberoamericanos). ¿Qué repercusión han tenido esas
iniciativas y de qué modo tienen que ver con la experiencia generada
por ZdeO?
Gente de
Redpem entiende a ZdeO como un precedente del trabajo en red en temas
musicales y culturales iberoamericanos. De hecho, muchos de ellos han
colaborado en la revista. Lo interesante es que nosotros, cuando
empezamos, en tiempos preinternet, ni sabíamos que estábamos
trabajando en red. Armamos una red espontánea, porque siempre quise
información de primera mano, a través de gente del lugar. Esto fue
más que nada porque era lamentable leer algunas notas escritas por
periodistas españoles que viajaban a América invitados por las
bonanzas de las discográficas para escribir sobre artistas a los que
conocían de casualidad... Se buscó entonces privilegiar miradas
honestas y locales.
¿Qué
nuevos desafíos abre la experiencia de Días nórdicos, que
por definición geográfica y cultural excede la identidad latina?
Este
proyecto nace por mi admiración por cómo funcionan las cosas en los
países nórdicos. En el fondo, lo que más me gustaría es que, con
la excusa de ver un concierto nórdico, se pueda mostrar que hay
países donde la corrupción no existe y la transparencia está por
encima de todo, además del valor que le dan a la educación y el
apoyo sistemático a la cultura. Creo que a Iberoamérica le vendría
muy bien ser un poco más nórdica en muchos aspectos, y percibir el
impacto social que provoca el apoyo sistemático a la cultura. Allí
la cultura es importante y se la entiende como una industria más que
genera recursos y beneficios. Y las instituciones están presentes
para que sucedan cosas. En Dinamarca, por ejemplo, existe una
institución que se llama ROSA [The Danish Rock Council], que vendría
a ser una especie de ministerio de cultura rock. Y está manejada
como lo manejan ellos: sin acomodos, sin amiguismos, con
transparencia y objetividad, y generando proyectos sostenibles para
potenciar la cultura rock de Dinamarca.
¿Qué
es lo que se verá en Montevideo en la primera edición uruguaya de
Días nórdicos?
Este año
es la primera edición, es plantar la semilla, presentar la marca. Y
hacer todo lo posible para que vaya creciendo año tras año, para
que pueda ser multidisciplinar y convertirse en una cita anual en la
agenda uruguaya. En esta primera incursión se hará un concierto con
cuatro artistas que merece mucho la pena descubrir. Pero esperamos
que muy pronto podamos sumar más actividades. ¡Y que la gente de
Montevideo muestre interés en el proyecto! También es interesante
mencionar que Días nórdicos tendrá su devolución, que
consiste en llevar a músicos y creadores de Iberoamerica a los
países nórdicos, para cerrar de esa manera el círculo del
intercambio cultural.
Eso está
previsto que comience en 2017.
¿En
qué otros proyectos estás y cómo es el momento que vive ZdeO, al
pasar en los últimos años del papel a un formato de diario online?
Ahora
mismo, estoy centrado en la devolución de Días nórdicos, en
planificar la llegada de creadores latinos allá. El momento de ZdeO
no es fácil. Tuvimos unos años muy complicados por la crisis en
España y la debacle de la industria discográfica, y hubo que
reconocer que había que reinventarse por completo o nos pasaba por
encima la marea. Hubo que dejar la edición impresa de la revista,
algo que me dolió bastante. La clave es reinventarse. Ahora estamos
en ese camino.
El cuarteto Liima cierra el festival "Días nórdicos" en MVD. |
Indie nórdico
* Julia Clara
es una joven artista de las Islas Åland, provincia suecoparlante
perteneciente a Finlandia. Ha publicado Still
dancing,
cancionero indie pop oscuro. La revista canadiense The
Revue
la recomienda como uno de los debuts más interesantes de 2016.
*
Teitur
es la gran figura de la canción de las Islas Feroe. En 2003 lanzó
su primer álbum, Poetry
& Aeroplanes,
y a partir de entonces sus canciones recibieron la aprobación
unánime de la crítica musical, captando la atención de nombres
como KT Tunstall, Rufus Wainwright y Aimee Mann.
* Sandra Kolstad suele
ser presentada como la reina noruega del pop electrónico, ya que se
mueve a la perfección en el campo de la música pop bailable,
explosiva y extravagante. En 2014 publicó Zero
Gravity State Of Mind,
con el que ha seducido a públicos de toda Europa.
*
Liima es
una banda nórdica nueva, en la que militan Casper Clausen y Rasmus
Stolberg, miembros del imprescindible grupo danés Efterklang. Su
álbum debut ii,
editado por el prestigioso sello 4AD, incluye canciones escritas en
Finlandia, Berlín, Estambul y Madeira, y muestra un inesperado cóctel electrónico experimental.
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