cerca de cien


Abril de 2016. Segunda edición del Mundial Poético de Montevideo, proyecto del colectivo Ronda de Poetas, con curaduría general de Martín Barea Mattos. Veinte poetas de distintos países y unos cincuenta locales, participan de lecturas y performances en distintos espacios públicos de la ciudad.

Cerca de cien son muchos. Casi un centenar. Es la cantidad de poetas citados por Ronda de Poetas, en distintos espacios de Montevideo, con la consigna de leer, de transformar la palabra en acto físico, en acción, en espectáculo. La plataforma Mundial Poético, exabrupto soñado y diseñado por Martín Barea Mattos, poeta y agitador al frente del ciclo Ronda de Poetas desde el año 2005, resultó una experiencia única, irrepetible, de festival en movimiento, en los primaveralesdías de noviembre de 2013. La segunda edición, en abril de 2016, se hizo esperar casi tres años. No es fácil montar una emprendimiento como el Mundial Poético, en el que la palabra poética deviene protagonista. Pero se puede. Y el equipo comandado por Barea Mattos no le teme al fracaso, porque tiene más que claro que el éxito, cuando se trata de poesía, está en construir quimeras, o mejor dicho en proponer espacios alternativos y marginales a toda concepción utilitaria o mercantilista.

* Dice Barea Mattos, poeta y curador del Mundial Poético: "Hacia adentro y hacia afuera, hay caos. El trabajo de la producción es mantener al caos en orden, vaya trabajo, pero de eso se trata. Dentro de todo esto hay, como siempre, poetas con más experiencia que otros, y el Mundial quiere ser el garante de dotar de experiencia a los que vienen asomando. La expectativa entonces es total, porque uno quiere ver la interacción de los poetas locales con los que llegan, los poetas nuevos con los más veteranos, la adaptación del festival a las distintas sedes, el público, los libros".

* Dice Marcela Matta, poeta e integrante del equipo organizador: "Esta historia que construimos, con el Mundial, es en definitiva una convención de espejos, una muestra arbitraria de historias, de gritos y susurros, de dibujos de distintos paisajes lanzados al vacío, que caen hoy, y se mojan, se destiñen y tiñen las calles de Montevideo. Como suele suceder entre los apasionados de alguna cosa, la expectativa del encuentro es siempre la del disfrute, el intercambio, el descubrimiento. Entonces, que todos los encuentros sean, que todas las cosas pasen, y que al final nos guardemos esa reconfortante sensación de haber liberado poesía y con ella un poquito de nosotros mismos".

* Veinte es el número exacto de poetas internacionales que participan del Mundial Poético. Jeffrey Cyphers Wright es un poeta estadounidense, seguidor de la estética beatnik y estudioso de la poesía de Allen Ginsgberg. Víctor Ruiz Velasco es peruano y prefiere la prosa poética. En sus textos se aprecia una constante reflexión sobre la escritura y el sentido de ser poeta. Entre sus influencias principales destaca la de Eielson. Jairo Rojas Rojas es venezolano, radicado en Montevideo, donde estudia una maestría en Literatura Latinoamericana en la Udelar. Imparte en estos días un taller sobre la letra teriomórfica. Hay más, entre ellos la boliviana Alejandra Barbery, el brasileño Pedro Rocha (un veterano de la primera edición) y el chileno Mario Barahona, autor de La nuez que devora la vida.

* Dice Barahona: "El lenguaje de la realidad y la realidad del lenguaje. Dos polos que generan un eje dinámico, semejante a un puente, todos los puentes, por donde atravesamos al territorio del amigo, del hermano, del maestro, del asombro. Para mí, tal es la importancia de los lenguajes poéticos convocados bajo un nombre, sólo un nombre: Mundial poético de Montevideo. Pero, y aquí se manifiesta el acto poético colectivo, se genera un universo con nombres, direcciones, temáticas, estéticas, énfasis, humor, profundidad. Todo ello da cuenta de relatos que se allegan el uno al otro para dar a luz el mega relato que es, ya en esta segunda versión, el Mundial. Bajo un nombre compuesto de palabras, hay un territorio, hay seres humanos, hay historias. Y, nada menor, hay un equipo que produce. Y lo hace muy, muy bien".

* Durante el transcurso del Mundial, en cada espacio de lecturas y performances, un equipo de la librería Lautreamont se encargó de dar forma a una feria itinerante de editoriales de poesía, locales y extranjeras. Libros de Estuario, de Yaugurú, de Civiles Iletrados, de Ediciones Imaginarias, de los tantos sellos que le dan soporte en papel a la poesía. Un libro para recomendar, de un poeta que no está en el programa, pero que es uno de los grandes de nuestras letras, a la altura de nombres como los de Circe Maia, Luis Bravo, Luis Pereira, Clemente Padín, Héctor Bardanca (Bardo Kan) y el Maca, ellos sí presentes en el Mundial Poético 2016: la antología 1982-2015 de Aldo Mazzucchelli, que con el título Retahíla publicó el año pasado editorial Estuario.

* Martín Barea Mattos defiende, a capa y espada, la poesía en estado de performance. Por eso empezó, en el año 2005, la aventura Ronda de Poetas, un ciclo de recitales que fue el germen del Mundial Poético. Dice el poeta, cuando se le pregunta por la importancia del lenguaje poético: "Es la importancia de la libertad de asociación entre las palabras, los objetos, los fenómenos de la naturaleza, las cuestiones cotidianas y la gente. La posibilidad de que cada persona cuente la historia de las palabras según su relación emocional o discursiva en el devenir común, y así tener, no un significado o color para una palabra, sino tantos como poetas, pájaros, números o paraguas. La libertad está siempre en jaque y la poesía es un plan, un campamento de refugiados, un cruce de lenguas para una patria dicha. La dicha del Mundial Poético es un matiz de voces. Es la desterritorializacion del límite. Al asumir los límites de la palabra y del entendimiento, se asume que nunca el significado es total. Se asume un estado de voluntad y de acercamiento hacia un fuego común, una película que siempre nos devuelve al silencio plácido. Así que el Mundial quiere ser ese campamento, esa villa, ese puerto natural".

* Cerca de cien es, además de la cantidad de poetas que habitan el Mundial Poético, el nombre de la antología que la poeta uruguaya Ida Vitale publicó en el sello madrileño Visor. Un libro imprescindible, que se puede abrir en cualquier página, para maravillarse, por ejemplo en la cientoveintisiete: 

El dos después del uno,
el tres antes del cuatro,
el seguro en la puerta,
la puerta en el espacio,
los minutos contados,
los libros del invierno,
el mimbre del verano,
el pasado en su caja,
el futuro esperado.

¿Y el ramo del desorden,
el espanto en el canto,
la inquietud en lo quieto,
el hueco en lo colmado,
el dolor en la risa,
la ceniza en la boca?
Y de repente el viento,
un treno por lo muerto,
el futuro alcanzado.  

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