algodón lisérgico

Se pueden identificar varias factorías, o colectivos creativos, que operan de forma más o menos similar en la escena musical montevideana. La facilidad para grabar en estudios caseros, hacer discos y compartirlos en plataformas digitales, es común en el desarrollo de sellos alternativos como Esquizodelia y Estampita, por nombrar dos ejemplos de acciones grupales autogestionarias que comparten además el gusto por estéticas musicales que simpatizan con el indie y la práctica lo-fi. Otra característica común es la tendencia a publicar de manera muy prolífica y a firmar esos trabajos con distintos nombres y proyectos.
Por eso, cuando el guitarrista y cantante Paul Higgs afirma que Virtudes es su disco número 17, una cifra similar a la que llevan varios de sus amigos, todos alternándose en distintos proyectos llamados Oso Polar, Mountain Castles, Adan Yeti o Piel, y lanzando sus músicas desde el sello La Órbita Irresistible, está dando cuenta de una movida que en este caso tiene al grupo Algodón como uno de los nodos gravitacionales de una emergente "sicodelia costera montevideana". Algodón es a La Órbita Irresistible lo que fueron los 3 Pecados en el colectivo Esquizodelia, o las prácticas grupales de los compilados Cosas de la civilización al sello Estampita comandado por Raúl Garrido.
Virtudes se presenta en redes como el "definitivo álbum de estudio de Algodón". Esta sentencia coloca a los cuatro discos anteriores del grupo liderado por Paul Higgs (Algodón, Eucalipto, Mariposas blancas & Los elementos mágicos de la suerte y Jazmines, publicados a razón de uno por año entre 2014 y 2017) en calidad de prehistoria, anteriores a un punto de inflexión que estaría delimitada por De colección, compilado que los hizo visibles en Argentina a través del sello bonaerense Queruza. Y se suman al menos otros dos factores para que Virtudes sea diferente y que de alguna manera abra una nueva era en la vida creativa de Algodón: se busca abandonar de forma premeditada la 'baja fidelidad' y es la primera vez que el sexteto trabaja en forma absolutamente grupal.
Paul Higgs (guitarra y voz), Seba Rodríguez (bajo), Agustín Piña (guitarra y harmónica), Pedro Duarte (teclado y coros), Gastón Vivas (batería) y Leandro Aquistapacie (guitarra y teclado) son los actuales integrantes de Algodón. Son los que grabaron Virtudes, disco que estará disponible en todas las plataformas digitales a partir de hoy viernes 16 de noviembre y que estarán presentando en vivo la semana próxima en una mini gira por La Plata y Buenos Aires. Al momento de escribir estas líneas se conocía un solo track del nuevo disco de Algodón, la canción "Hoyo en uno", a través de un clip dirigido por Ruta Visual y protagonizado por Felipe Reyes. Es un tema musical que contagia de inmediato, con el clásico 'soul felino' de los Algodón, la voz volada de Higgs acompasada con cuidados arreglos corales, un inspirado momento climático sobre el final y unas líneas de teclados hipnóticas.

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El disco Virtudes se anuncia como el disco "definitivo" de Algodón. ¿Qué significa esto en relación al proceso creativo del grupo, con cuatro discos publicados desde el debut en 2014?
Paul Higgs:
El primer paso para lograr que sea 'definitivo' fue la decisión de componerlo en grupo, en ensayos de banda completa y en ocasiones donde nos dedicamos exclusivamente a pensar y precisar cada arreglo musical o sónico. En los discos anteriores no sucedió así; terminaba siendo yo quien grababa las canciones y hacía los arreglos, subido a ese caballo de excitación por escuchar la obra acabada. Esto implicaba atravesar el acertijo sonoro de forma avasallante, más que resolverlo y encajar pieza por pieza para que suene cómo lo imaginamos. Algodón es un universo y trae un mensaje; es un canal, y quienes formamos parte de esta nube hemos aprendido y madurado un montón con respecto a la banda y a nuestras propias vidas. Ésta puede que sea la foto sonora del fruto maduro arrancado del árbol, listo para que los oídos lo mastiquen en su punto justo.

Además probaron un salto a la 'alta fidelidad'...
P.H.: Sí. Empezamos con la idea de grabar un disco de primera calidad, que compita a nivel global. Insisto, un disco con arreglos precisos, voces y coros hechos en su máxima expresión, y nuestros instrumentos haciendo lo que deben y cuando deben. A partir de eso empezamos a ensayar bastante, parte por parte y arreglo por arreglo. Supongo que esa energía que traíamos atrajo varias cosas que ayudaron a sumergirnos en la alta calidad de este long-play... como que un amigo que se fue de viaje y nos dejara su estudio -con micrófonos increíbles- a nuestra disposición. Allí pasamos 20 días, más o menos, tirando tomas y tomas de baterías, bajo y guitarras y armónicas, para luego regrabar algunas violas y ya irnos con esa data a continuar grabando en la Cueva del Oso, nuestro estudio... Pienso también que ya habíamos probado todo lo otro, llamémosle lo-fi o grabaciones en diferentes aparatos, todas sonoridades extrañas o inocentes en algún punto. Este es el disco número 17 que grabo, y mis amigos casi que igual. Hemos experimentado muchísimo en estos años, y ahora llegó el momento de hacer un disco como Virtudes... 'definitivo'.

Algodón es de alguna manera un nodo de una pequeña escena de músicos, o por lo menos desde afuera se lo percibe así. Varios de ustedes tienen otros proyectos en paralelo y todo más o menos se circunscribe al sello La Órbita Irresistible. ¿Cómo se fue dando esa movida de amigos y afinidades estéticas? ¿Se puede hablar de una psicodelia montevideana, costera, que tiene a Algodón como emblema?
P.H.:
Sí, de hecho todos quienes tocamos en Algodón tenemos proyectos solistas u otras bandas que están activas. Se puede hablar de psicodelia montevideana costera fantasmal. Es como la bruma marina, y creo que esa niebla que nos bendice cada tanto transmite muy clara la sensación de mucha música compuesta en este lado del río.

¿De dónde vienen tus canciones? ¿De dónde viene esa lisergia que ustedes autodefinen como 'soul felino'?
P.H.:
Desde hace 13 años que escribo canciones sin parar. Es de lo que más sé. Surgen de sentimientos sinceros, insoportables en mi cabeza, que necesito bajarlos a música para desahogar. También surgen de juegos de palabras o de la búsqueda de superar lírica y compositivamente las canciones que hice antes. Siento que es algo que nunca se va a acabar, que siempre estoy en busca de un nuevo checkpoint, de lograr algo conmovedor, transmitir sensaciones, fotografiar con música momentos, perpetrar amores en canciones, o simplemente cantar sobre la nada misma, sobre cualquier cosa que se me antoje. Y sí, estoy muy cebado con la idea del 'soul felino', porque pienso que nuestra música ha llegado a sonar a eso, a un soul al borde de este río que cada tanto nos inunda de bruma marina el alma. Y felino, porque es el soundtrack perfecto para un gato en movimiento, ya que hemos logrado que sea sexy, que pique en el tempo perfecto que las canciones necesitaban.

¿Qué papel viene jugando Algodón en la escena musical montevideana? 
P.H.:
  Somos uno de los grupos que reavivó la escena y con nuestro primer disco dimos mecha a algo. Me gusta vernos como vanguardia pop, porque nuestro primer disco apareció allá por 2014 sin que nadie supiera que existía, con 17 canciones de pura frambuesa y sonido chicloso psicodélico, liviano, pro-amor, excéntrico, histriónico y despreocupado. También creo que somos los representantes en Montevideo de una generación global que graba sus discosde forma casera y que suenan zarpados. Digamos que desde el 2014 para acá ya todo ha tomado su rumbo, y como te contaba antes hemos logrado una identidad consciente, que se desdobla del inconsciente colectivo y de los sonidos mundiales que abrazan nuestra era, siendo Algodón un faro plantado muy firme en esta latitud del universo.

¿Qué expectativas tienen con la edición del nuevo disco, teniendo en cuenta la repercusión que han tenido en Buenos Aires con el compilado 'best of' Algodón de colección?
P.H.:
En el correr de estos años hemos conectado con muchas personas muy especiales, en distintas partes, tanto en Chile con Registro Móvil, un sello independiente que edita cassettes y discos de nuestros álbumes, o con Queruza, un sello bonaerense que nos hace el aguante del otro lado del río. A ellos se les ocurrió hacer un 'best of' de nuestros primeros cuatro long-plays y así surgió Algodón de Colección, que al ser editado en Buenos Aires nos ha dado cabida en el territorio argentino. Estamos aprontando una gran gira por Argentina, que saldrá seguramente el año que viene. Venimos curtiendo allá desde que empezamos a tocar, así que siempre que vamos terminamos tocando en lugares mejores, con bandas que nos gustan y que en varios casos somos amigos.

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