El homenaje por los
80 años del nacimiento de Alfredo Zitarrosa se completa con la
publicación de un cancionero
ilustrado. El autor, el dibujante Martín León Barreto, uruguayo
residente en Madrid, realizó un finísimo estudio de las canciones a
través de la figura polisémica de la guitarra.
¿Cuál fue el punto
de partida del proyecto de
cancionero ilustrado, tanto desde lo estético como de lo
emocional?
Yo dibujo porque mi
padre dibuja, porque lo veía hacerlo, porque mi casa estaba llena de
lápices. Él me compraba comics o libros de ilustración. Me costó
muchos años apartarme “un poco” de su estilo. Hace unos años,
fue él el que me pidió que ilustrara una letra de Zitarrosa. En
fin, lo que quiero decir es que el hecho de que mi punto de partida
para la ilustración sea mi padre, y el punto de partida de este
libro, vuelva a ser él, es casi como cerrar el círculo.
¿Qué desafío y
luego capacidad de jugar te ofrece la guitarra como tema, como objeto
de ilustración?
Cuando ilustro intento
ser lo menos descriptivo posible. Intento huir de lo evidente.
Ilustrar exactamente lo que relata el texto me resulta redundante e
innecesario, por lo que intento aportar una mirada distinta. Disfruto
mucho cuando encuentro una idea que considero inteligente. Es casi
como un juego. Este libro comenzó con una primera ilustración, pero
pocos días después ya tenía una serie de bocetos para otras
canciones. Esto es porque me pareció interesante intentar resolver
todas las ilustraciones manteniendo el elemento guitarra. Descubrir
hasta qué punto eso me era posible me resultaba una incógnita, un
desafío. Las ilustraciones se fueron convirtiendo entonces en una
especie de juego, como un sudoku que tuve que resolver, con mayor o
menor éxito.
¿Por qué elegiste
la guitarra como elemento?
La guitarra no es un
objeto cualquiera. Mas allá de lo evidente, de su forma femenina, la
guitarra es un objeto al que es fácil atribuirle una cierta
personalidad. Muchos músicos ven a su guitarra como un compañero de
viaje, le ponen nombre… La propia postura, la guitarra se toca
acaso abrazándola, cosa que no ocurre con otros instrumentos. Cada
guitarra tiene su propio tono, su volumen. No hay dos guitarras que
suenen igual. Se podría decir que cada una tiene su propia voz. Por
otra parte, la guitarra está absolutamente presente, no solo en la
música de Zitarrosa, también en sus letras. "Guitarra
negra" es el ejemplo más evidente, pero no el único.
¿Cómo fuiste
dialogando con la poética -y la musicalidad- de Zitarrosa?
Siempre me gustó mucho
Zitarrosa. Creo que tiene una capacidad de emocionar como muy pocos.
Pero lo que a mí me resultó curioso, fue redescubrirlo, a esta
altura de mi vida, a partir no de su voz, sino de su poesía.
Leyéndolo, a mi ritmo, tranquilamente, descubrí al Zitarrosa poeta.
Realmente me sorprendió. Cada palabra no es cualquier palabra, sino
que tiene una sonoridad. No soy un especialista, pero creo que tiene
una forma de escribir bastante más rica y compleja de lo que es
habitual en el folklore uruguayo. Me sorprende su manera de describir
cosas, hechos, relaciones, aparentemente intrascendentes, con una
profundidad brutal.
"El loco Antonio" |
¿Cuál es la
particularidad del contexto "madrileño" de tu trabajo?
Es muy importante. Me
gusta Madrid. Es una ciudad muy abierta que te hace sentirte parte de
ella, pero siempre tengo la sensación de estar en un apartamento
alquilado, que no es mi casa. Cuando pongo un pie en Montevideo,
salgo del aeropuerto, hago todo el camino por avenida Italia y
siempre tengo la sensación de que la ciudad se va construyendo
alrededor, a medida que voy reconociendo cada esquina. Cuando termino
ese viaje, parece que ya está todo terminado, que todo vuelve a
encajar. Es un lugar que me pertenece. Los ómnibus tienen las
ventanas sucias, pero son los míos. Las calles están llenas de
pozos, pero son mis calles. Ahí está la importancia del libro… es
un vínculo con mi ciudad, con mi familia, con mis amigos. Creo que
entiendo a Zitarrosa cuando canta: “Dulce Madrid, dura Madrid,
duele Madrid, tierna Madrid. Yo hubiera sido en tus calles, un niño
perdido”.
¿Qué colores y
texturas trabajaste y fuiste encontrando en el trabajo? De hecho,
otros trabajos tuyos son más luminosos, y en Zitarrosa, canciones
ilustradas la estética viene a ser más bien oscura.
Para mí, lo
verdaderamente importante, es la línea. Por eso trabajo mucho los
bocetos. Yo no soy pintor; nunca estudié arte. Sí estudié
animación, donde se dibuja mucho, a lápiz. Quizás éste sea el
projecto en el que esto es menos evidente, pero aún así pienso que
la línea, aunque quede escondida debajo de un montón de texturas,
es como el alma de la ilustración. El resto; el color, la textura,
son solo la cáscara. Es cierto que en las guitarras hay mucho
trabajo de texturas, cosa no tan habitual en mi trabajo. Pero este
acabado varía en función del proyecto. Mis ilustraciones para niños
suelen ser muy coloridas, así como la ilustración para una revista
suele ser mínima en su acabado, ya que la idea es lo que pretendo
que tome protagonismo. En este caso, creo que las letras transmiten
una atmósfera bastante oscura. Parece que las propias letras piden
que se les dibuje un escenario rústico y oscuro. La madera me da esa
sensación cálida, casi artesanal, que no hubiera obtenido con
colores planos, por ejemplo. Yo no soy muy amigo de la computadora,
aunque la use todo el tiempo, pero la intención al menos es que no
se note mucho su presencia. Utilizo un mínimo de herramientas del
photoshop, no uso efectos… es prácticamente como armar un collage.
¿Qué referencias
considerás esenciales en tu estilo, en tu identidad como ilustrador?
Cualquier ilustrador es
resultado de infinidad de influencias. Actualmente, con Internet, es
hasta un poco abrumadora la cantidad de imágenes e ilustradores
geniales que tenemos la oportunidad de ver. Sin embargo, creo que las
influencias primarias, las de la infancia y adolescencia, son como el
cimiento sobre el que se construye el estilo. En mi caso, mi padre,
los ilustradores de Europa del este de los 60 y 70, Ayax Barnes,
Carlos Palleiro. Posiblemente, este de las guitarras, sea el trabajo
donde estás influencias son menos evidentes. Sin embargo, creo que
también están.
((artículo publicado en revista CarasyCaretas, 03/2016))
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