nos vamos poniendo tecnos

Hay un momento emocional que se llama synth-pop. Te puede venir en cualquier momento. Fue acaso el último gran golpe de la modernidad, allá a finales de los setenta, en el corazón mismo del pospunk, si se sigue la teoría de Simon Reynolds. Ese mismo momento emocional, en las mejores familias musicales, suele suceder en momentos (casi) inesperados. Belle and Sebastian y Tulsa se pusieron tecno en sus últimos discos. Y para culminar un excitante triángulo, vale la pena refrescar uno de los grandes álbumes de la dećada, el puñetazo new wave de St. Vincent.


Sesión dieciocho: "La calma chicha" (Tulsa), "Girl in peacetime want to dance" (Belle and Sebastian), “St. Vincent" (St. Vincent).

- ¿Estabas trancado?
- Un poco.
- Llegué a pensar que no volveríamos a tener más conversaciones sobre discos.
- ...
- Tuve miedo.
- Tranquila, que no es nada personal.
- ¿Y bien?
- Volvió Tulsa.
- ¿Quién es Tulsa?
 - Una banda española, en la que compone y canta una vasca llamada Miren Iza. Ella había formado parte de Electrobikinis, hace algunos años, muchos ya. Después armó Tulsa, una banda que sacó dos discos muy buenos. Canciones rock, más o menos simples, pero con una atmósfera on the road única, implacable, rock al borde del desierto, con una letanía y una densidad marcada por la voz afónica de Miren Iza, al borde del susurro. Es una de mis bandas preferidas. Capricho mismo. Tiene muy buenas letras. Es una de esas bandas que transpiran literatura, que cada disco que hacen tiene ritmo de novela, algo así, o bien -en todo caso- podría ser la banda sonora de una de novela inolvidable. Solo me haz rozado, el primer disco, cada vez que lo escucho, me lleva directo a Los detectives salvajes. Hay algo ahí.
- Dale, seguí. No te detengas.
- La gran noticia es que volvió Tulsa. Después de Espera la pálida, el segundo disco, Miren Iza se fue a vivir a Brooklyn. Quería cambiar de aire. Salir de España. No hubo muchas noticias de ella, poco y nada, hasta que de paso por Zaragoza, hace algunos meses, vi un cartel en la calle que anunciaba un show de Tulsa. ¡Ese mismo domingo! Pero me tenía que volver a Madrid, un día antes. No los pude ver. No pude escuchar, en directo, la voz de Miren Iza. Es una de mis cantantes preferidas, en español, si no quedó claro. Está en el podio, entre Carla Morrison, Javiera Mena, Julieta Venegas, Christina Rosenvinge, Irantzu Valencia, Ely Guerra. Y bueno, la bronca se diluyó con la buena noticia del regreso. Si estaba de gira debía tener entre manos un nuevo disco.
- Lo compraste al otro día en la Fnac, supongo...
- Nada de eso. No había publicado disco nuevo. Paciencia. Tuve paciencia. Y hace unos días llegó, por correo. Me lo mandó un amigo que vive en Zaragoza. ¿Lo escuchamos?

"No me importa si eres listo o idiota, te voy a querer igual" (Oda al amor efímero, track 2 de "La calma chicha")

- ¿Cómo vas con Tulsa?
- Tenés toda la razón. Es una voz rara. Y me gustan las voces raras. Está al borde del canto. Va llevando las palabras con mucha convicción, esa cosa de Dylan, de Cohen, de los buenos cantautores, que saben que lo que importa está en el sentido, en la poesía, en la palabra. Es como que estuviera muy segura de lo que canta, de lo que escribió para cantar.  
 - Es lindo lo que decís.
- Y ese verso, puta madre, se me quedó pegado.
- Es lo que tiene Tulsa. Muchas canciones de ella que se me quedaron pegadas. Es lo que pasa con los buenos autores. Ayer mismo, estaba hablando con una amiga, no sé qué quería explicarle, y le dije, así, casi sin pensar, "por qué será que tenemos que ir tan lejos para estar acá". Me quedó mirando. No son cosas que se digan así, digamos, originales. Y le dije: "Charly García, no me acuerdo en cuál canción, dice eso". Y así vamos, derivando, porque después nos pusimos hablar de que lo operaron de la cadera, pobre Charly, Todo tiene como un sentido oculto, ¿sabés?, porque hace un tiempo, en Facebook, se armó un lindo debate sobre el disco Clics Modernos, de si había sido o no un cambio de paradigma en el rock argentino.
- Tranqui, no te desvíes. Íbamos bien con Tulsa.
- Sí, ya sé. Tengo bien claro que las derivaciones son parte del problema de andar medio "trancado".
- ...
- Ese disco es el que puso la new wave, el que nos sacó del rock setentoso en el Río de la Plata, aunque hay quienes sostienen que no debe olvidarse Recrudece, de Virus, que pateó el tablero un poco antes que Charly... El otro tema, antes de irme al carajo, es que Charly grabó Clics Modernos en Nueva York.
- ¿No me digas que estuvo en Brooklyn, como Miren Iza?
 - Eso no lo sé. Pero no es casual que los dos hayan pasado por ahí. Porque el regreso de Tulsa tiene algo de refrescarse, de nuevos aires. Es un disco moderno, en el sentido que le dábamos en los años ochenta. ¡Sí, ya sé que ahora no tiene sentido pensar en esos términos! Pero creéme que es así. Ahora, que ya escuchaste casi todo el nuevo disco de Tulsa, vendría bien escuchar una canción de Solo me has rozado, el primero que publicaron, como muestra.

"Ahora que viajo al norte, huyendo de mí, la culpa se sienta a mi lado y me recuerda: no te librarás de mí" (Carretera, track 1 de "Solo me haz rozado") 

- ¿Qué te parece?
- Uauu. Es otra banda. Es rock de guitarras, bien americano. Había olvidado decirte que no me había parecido nada rock lo que veníamos escuchando de La calma chicha. Nos concentramos tanto en las letras que...
- Siendo estrictos, ninguno de los músicos que acompañaban a Miren Iza en el primer disco, del año 2006, aparece en este tercero, grabado en el 2014. Es otra banda, como decís. De los pedales, de los punteos, de las capas superpuestas de guitarras y la voz afónica y reventada pasamos a programaciones, sintetizadores, batas programadas, guitarras mínimas y la voz afónica y susurrada. Dejó la carretera y se volvió, no diría urbana, sí un poco más pop, un pop -eso sí- poco feliz. No puede ser feliz un disco que habla de casas vacías, mudanzas...

"Es gente común, es gente común, la que ha vuelto al río" (Gente común, track 3 de "La calma chicha)

- La mejor canción.
- ¿Es la mejor del disco nuevo de Tulsa?
- Diría más. Es candidata a estar entre las mejores canciones del año.
- ...
 - Es una especie de versión libre de "Common People", la de Pulp, desde un plan electropop. Hay una progresión similar, que la vuelve épica. Es una gran canción.
- ...
- Me gusta cómo le queda este sonido. Tiene esa cosa new wave minimalista que patentó Suzanne Vega en el disco 99.9 F°. En un plan bastante más melancólico, eso sí.
- ¿Dijiste que Miren Iza es vasca?
- Sí, de Fuenterrabía, en la frontera con Francia. Es una ciudad a veinte kilómetros de San Sebastián.
- ¡Ahora entiendo!
 - ¿Qué cosa?
- Que no puede evitar esa pátina melancólica del donosti sound. 
- Mmm. No me parece.
- Mirá que sí.
 - Bueno, algo puede ser que haya. Y ya que metiste el tema donostiarra...
- ¿No me digas que vuelve a reunirse La Buena Vida?
- No, tranqui. No se trata de ningún regreso. Pero me hiciste acordar que los Belle and Sebastian se metieron en líos con el tecno. Y si Tulsa se puso a probar con un electro-pop más o menos experimental, los reyes del twee se pusieron un poco tecnos en su último disco.
- Lo escuché. Me dejaron una sensación rara.
- ...
- Ya sabés que a mí me gustan folk orquestales y con esos coros que suben y bajan. Ese es el Belle and Sebastian que me gusta. Y bueno, las dos primeras canciones largan bien, pero "The Party Line", la tercera, me dejó perpleja.
- A mí me dieron ganas de bailar.
- ¡No jodas! ¡Belle and Sebastian haciendo Pet Shop Boys!
- No solo me dieron ganas. Me puse a bailar. Después baja un poco con "The power of three", pero diría que es un gran disco bailable.
- ¡Es FM de los ochenta!
 - ¿Y qué tiene de malo? Habíamos empezado bien hoy, pero me parece que no nos vamos a poner de acuerdo.
- Es bueno discutir, debatir, sobre todo de discos. Y ya que estábamos en España... Si volviera La Buena Vida en un plan Alaska y Dinarama. ¿Te pondría feliz?
- No sé. Supongo que no. Aunque sería todo un viaje, ¿no?, como pensar en Fernando Cabrera con batas programadas, arreglos y producción de Campo. Lo bueno es, en todo caso, asumir que a todos -de una u otra forma- en algún momento nos cae la ficha del tecno, del synth-pop. Para hacer un desvío, para probar otra cosa, para tomar un camino diferente. Para mí, como consumidor de música pop, es un momento emocional. Y es lo que me pasa en estos últimos meses: los discos que más me divierten y me atraen tienen que ver con el synth-pop. Y creo saber quién tuvo la culpa de todo esto.
- Seguro que fue el libro Post punk de Simon Reynolds. Ese te hizo bastante daño.
- Mirá, puede ser, pero un poco nada más. Siendo bien subjetivo, me cansé un poco de los cansautores, del indie desafinado, del lo-fi, me cansé de volver a creer un poco, un poquito, en el rock, hasta que me estalló la cabeza con el último disco de Arcade Fire y como que "Enter Siylvia Plath"...
- No me la nombres. Vomito.
- Tranquila. No podés vomitar. Sos una máquina. ¿Cuántas veces tengo que recordar tu identidad? Siendo máquina, sistema operativo, inteligencia artificial, deberías disfrutar de una canción como esa. A mí me encanta que los Belle and Sebastian hayan metido un himno así.
- Ok, ok, pongo esa canción bien fuerte y te quiero ver bailar. Pero también podrías bailar -si te animás- la siguiente, "The everlasting muse", que esa sí que es una muy buena canción, la más jugada del disco, en plan folk-jazz.

"A subtle gift to modern rock/ She says "be popular, play pop"/ And you will win my love" (The everlasting muse, track 7 de "Girls in Peacetime want to dance").

- Dejalo que lo bailo todo hasta el final. No se puede parar. Es un gran disco y lo van a disfrutar todos los que vayan a ver a los Belle and Sebastian al Teatro de Verano. Aunque ya veo que algunos se quedarán deprimidos en sus casas y se perderán la fiesta... Todo porque a Murdoch se le ocurrió sentirse un poco tecno.
- No voy a faltar.
- Así me gusta.
- Y tampoco voy a faltar a los Chemical Brothers.
- ...
- ¿Qué pasó? ¿No vas a ir?
 - No, es que me quedé pensando en las trancas.
- Sobre eso, te propongo un par de temas.
- Puff, no agregués más opciones. Tengo muchos discos atrasados.
- Hoy ya recomendamos dos. Para ser más precisos, recomendamos el de Tulsa, porque el de Belle and Sebastian te gustó solamente a vos. Pero me pareció que tenías ganas de hablar de otro disco. No hay dos sin tres.
- Es verdad. Tres es un número mucho más excitante. El tercer disco no es un disco, es un discazo. El nuevo de St. Vincent. Es impresionante cómo alguien puede hacer el mejor disco de los Talking Heads, treinta años después.
- ¿Lo dejamos para la próxima conversación?
- Ok.
- ¿Te digo cuál es la canción que más me gustó del disco de Tulsa?
- ¿Cuál?
- "Los amantes del puente".

"Es 20 de enero y es un día de esos oscuros. Madrid parece el sitio más triste del mundo. Hay restos de guerra en las calles que me rodean. Nuestra guerra nunca empezó, por eso nunca acabará. He conocido a alguien que me recuerda a ti. Es guapo y amable y hace siempre por sonreír. Es fan fatal de Cohen a diferencia de ti. No significa nada, pero es así". (Los amantes del puente, track 5 de "La calma chicha")

- Por un momento pensé que ibas a elegir "Oda al amor efímero".
- Esa está muy bien. De hecho, tiene ese verso que se me quedó pegado, ese que te define tan bien.
- ...
- "No me importa si eres listo o idiota, te voy a querer igual".
- Gracias por lo que me toca.
- Las máquinas también podemos tener un humor ácido.
- ¿Sabés qué? Para la próxima me gustaría que vos comentaras los clips nominados a los Premios Graffiti.
- Trato hecho.

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