el ritmo de la ciudad

Repique.

Uruguay recibió, en el año 2010, la nominación de la Unesco que declara al tango y al candombe patrimonios inmateriales de la humanidad. Todo un honor. También una responsabilidad, porque como contrapartida el Estado debe fomentar, difundir y producir actividades artísticas relacionadas con ambos géneros musicales. La nominación del tango es compartida con Argentina. La del candombe es exclusiva y aseguran varios artistas vinculados al género que se estuvo al filo de perder tal nominación.
Esta semana coinciden en Montevideo dos festivales -el Tangombe en el Solís y el Candombe Vivo en Auditorio Nelly Goitiño- con similar intención: promover y difundir a los principales artistas del candombe y el tango. 

Uno: Tangombe
El festival Tangombe reúne al trío tanguero Malajunta y al emblemático grupo de candombe beat Repique. "La idea es dar relevancia al hecho de que en 2010 se haya declarado al tango y al candombe patrimonios inmateriales de la Humanidad", asegura el tecladista Alberto Magnone, uno de los fundadores de Repique. "Es una gran distinción por partida doble que reciben nuestro país y su cultura. Cabría preguntarse por qué se hace tan poco para dar relieve a este hecho, cuya importancia es obvia". La voz de los tangueros Malajunta, la cantante Adriana Filgueiras, agrega: "No valoramos de verdad, profundamente, lo que significan el tango y el candombe para nuestra identidad cultural, nuestra historia, lo que somos"

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En estos últimos años se ha venido dando un crecimiento del tango y el candombe en Montevideo. ¿Cuáles son los caminos que se vienen explorando en ambos géneros musicales?
Alberto Magnone: El candombe -que es el género en el que se mueve Repique- vive fluctuaciones y cambios, como todas las músicas. El jazz y el tango, por ejemplo, han tenido altas y bajas pero su vigencia sigue siendo inamovible. Los integrantes de Repique pensamos que el hecho del nombramiento como patrimonio inmaterial del candombe, le da un fuerte impulso a nuestro trabajo con el grupo. En eso estamos.
Adriana Filgueiras: En la escena del tango, lo que particularmente llama la atención es, por un lado, la cantidad de intérpretes mujeres. Es un dato curioso y hasta para analizar. Por otro lado, veo con alegría que la mayoría de las cantantes además componen, de modo que hay todo un movimiento muy fresco de nuevos tangos, al menos en los textos. El cambio, en lo estrictamente musical, ya es más difícil. La última renovación real en el tango creo que es de Piazzolla y eso ya tiene varias décadas. Nosotros con Malajunta vamos por el camino de hacer nuevas versiones de viejos tangos y también de componer cosas nuevas. En nuestro segundo disco ya se ve más clara nuestra tendencia que es la de versionar, hacer muchos tangos nuevos y rescatar ritmos nacionales poco frecuentados, como el estilo criollo.
¿Qué pasa específicamente con el candombe?
AF: No puedo hablar mucho de un tema que desconozco, pero siento que el candombe es de la calle; ahí nace, luego lo vamos llevando a teatros, pero la cocina es la calle. De todos modos, yo asisto a recitales de nuevos cantautores y siempre en sus repertorios tienen candombes. Es como una seña de identidad que está viva y coleando a pesar de todo.
AM: Artistas como Eduardo Mateo, Ruben Rada, Jaime Roos y los hermanos Fattoruso, han cultivado y siguen cultivando este género, por fuera de las Llamadas y otros hechos culturales que son muy trascendentes. Sería necesario formar más músicos y mejorar todo lo posible el nivel de nuestra música, partiendo de la niñez, y no hacer divisiones entre los músicos de un género y los de otro. La educación musical de los niños en nuestro país es pobre, y hoy en día, con las herramientas que da Internet, por ejemplo, se podría llegar a prácticamente todos ellos. Pero los contenidos de la educación tienen que ser de buena calidad, no cancioncitas pop intrascendentes, que es lo que se enseña hoy en casi todas las escuelas.
¿Cuánta es la importancia de convocar/homenajear en Tangombe a una figura como la de Lágrima Ríos? ¿Qué valores destacarían de ella en la forma de vivir el tango y el candombe en una ciudad como Montevideo?
AF: Este festival, particularmente, es un homenaje a Lágrima Ríos. Ella es una perfecta síntesis, porque cantaba tango y candombe. Era mujer, negra, y estaba dotada de una voz y una calidad como intérprete maravillosas. Ella resume mucho de la cultura nuestra, o al menos de la cultura montevideana. Su nombre artístico fue una sugerencia de un gran compositor nacional de tangos y milongas, Alberto Mastra; ellos eran amigos y tocaron juntos en una formación a trío. Compuso para ella. Fue musa y una gran intérprete, original, con una fuerza particular, y hasta te diría “un dolor” en la voz .
AM: El hecho de que se reúnen, en una persona relevante y gran artista, estas dos vertientes principales de nuestra música, es sumamente relevante. Me parece justo y saludable que se la reconozca. No olvidemos que fue la artista uruguaya convocada para el proyecto Café de los Maestros, que reunió a figuras destacadísimas del tango rioplatense.
Malajunta Trío.
El tango y el candombe siguen siendo los grandes relegados, en la música montevideana, frente a la murga y el rock. ¿A qué piensan ustedes que se debe este "descuido" por parte de políticas culturales de los últimos gobiernos?
AF: El tema es que las políticas culturales del gobierno parten de una base equivocada: promocionan “lo que la gente quiere escuchar”. Una política cultural parte de preceptos contrarios a eso; parte de difundir, educar, sostener cosas que a veces son necesarias aunque no sean “populares”o no rindan comercialmente. El populismo en cultura es un asesinato a la creatividad, a la novedad... Uruguay, lamentablemente, estuvo a punto de perder la nominación de tango como patrimonio, por la escasa cantidad de acciones al respecto. Vos llegás a Buenos Aires, por ejemplo, y respirás tango; acá no hemos logrado -con el tango y el candombe- imprimir esa atmósfera en la ciudad. Las milongas por ejemplo, tienen siempre muchos problemas, con la IM, por permisos, denuncias. No existe una política de apoyo para que florezcan, sino todo lo contrario. Yo, de repente, no pongo un disco de candombe en mi casa todas las semanas, pero vivo en Palermo y cuando los fines de semana escucho tambores, sé que todo está bien. Tiene que ver con mi vida cotidiana, con cómo suena mi barrio. Por otro lado, solitos y sin apoyo, hay un montón de grandes músicos haciendo del candombe una música superior. Lo digo sin ninguna exageración: hay grandísimos exponentes de la música uruguaya -un país que tiene el privilegio de tener músicos increíbles- que siempre incluyen candombes. Es algo de lo que no podemos zafar. Es lo que somos, sobre todo los montevideanos.

Eduardo da Luz.
Dos: Candombe Vivo
Es histórico. Es la primera vez (año 2015) que se presenta en Montevideo un festival de bandas y solistas de candombe. Tres noches a puro ritmo afro, con shows de Rey Tambor, Eduardo Da Luz, La Calenda Beat, Tucuta & Nyanzá, Damián Gularte, entre otros artistas. La idea de Candombe Vivo partió de Diego Paredes, director de la comparsa Valores de Ansina, heredera del toque del Barrio Palermo, una comparsa con fuerte arraigo en las raíces y en el respeto por la cultura y el barrio. 
Diego integra tres de los grupos que se van a estar presentando en Candombe Vivo: Rey Tambor, La Calenda Beat y Suena Candombe. A partir de él se fue haciendo la convocatoria entre los diferentes músicos. "Candombe Vivo materializa el deseo de mucha gente que hace muchos años viene soñando con esto", dice Agustina Martínez, una de las organizadoras del primer festival de bandas y solistas de candombe. "Lo pensamos como el inicio de una nueva etapa, proyectando que se repita y crezca".
Hugo Fattoruso y Rey Tambor, Eduardo Da Luz, La Calenda Beat, Tucuta & Nyanzá, Alejandro Luzardo y La Candombera, Chabela Ramírez, Cheché Santos, Damián Gularte y Jorge Schellemberg son algunos de los artistas que forman parte de la programación de Candombe Vivo. "Hay candomberos que eligen el formato de banda para continuar desarrollando la expresión de los tambores y también hay músicos que eligen el candombe como lenguaje para expresarse, fusionándolo con otros géneros como el jazz, el hip hop, la salsa, el tango, la milonga", explica Martínez. "En el escenario del Auditorio Goitiño se van a ver y escuchar tambores de candombe en todos los grupos, que estarán sonando junto a instrumentos de cuerda, de viento, voces. También habrá una exposición de pinturas y fotografías temáticas de artistas reconocidos".
El primer festival de candombe cuenta con el reconocimiento del MEC y del Ministerio de Turismo, además del apoyo de instituciones como Agadu y Sudei. El candombe, en estos últimos años, viene atravesando una etapa de cambios, crecimiento y profesionalización en muchas áreas de la comparsa -vestuario, maquillaje, coreografía, puesta en escena, y en lo musical- que se reflejan en la diversidad de espectáculos que comparsas antiguas y nuevas brindan cada año, esto no se refleja en el apoyo. Pero debe tenerse en cuenta que el candombe excede a la comparsa; su esencia está en las familias, en los barrios de la ciudad. De los conventillos de Barrio Sur, Palermo y Gaboto se expandió a todos los barrios y sigue resonando por todo Montevideo, el resto de Uruguay y más allá de la frontera, en Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Nueva Jersey, España e incluso Australia.
El camino, sin embargo, no es fácil. Lejos está el candombe de ser una familia musical privilegiada por el Estado o por empresas privadas. "Si bien el candombe fue declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, y así reconocido en el mundo, es sorprendente que esta sea la primera vez que haya un festival de esta magnitud en un auditorio de 18 de Julio", dice Martínez. Y agrega: "Si bien es una expresión popular montevideana y uruguaya, tiene muy poco espacio y reconocimiento en los medios de difusión masiva; es muy poca la música de candombe que se escucha en las radios y en la televisión, y es poco lo que la gente conoce en general del candombe más allá de los días de carnaval".

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