por R.G.B.
El cineasta argentino Ezequiel Acuña está obsesionado por el tiempo -como el maestro Richard Linklater- y con las capas emocionales que le produce cierto cancionero contemporáneo rioplatense. Una canción de los disueltos Jaime Sin Tierra iluminaba su ópera prima Nadar solo. En su segundo largo, Como un avión estrellado, aparecía la dulce melancolía del grupo musical Mi Pequeña Muerte. Una película más adelante -Excursiones- la elección musical recayó en la banda uruguaya La Foca. Todas muy buenas películas, con ese sino introspectivo de conflictos posadolescentes propios de las primeras películas de Martel, o del cine montevideano de Stoll.
El cineasta argentino Ezequiel Acuña está obsesionado por el tiempo -como el maestro Richard Linklater- y con las capas emocionales que le produce cierto cancionero contemporáneo rioplatense. Una canción de los disueltos Jaime Sin Tierra iluminaba su ópera prima Nadar solo. En su segundo largo, Como un avión estrellado, aparecía la dulce melancolía del grupo musical Mi Pequeña Muerte. Una película más adelante -Excursiones- la elección musical recayó en la banda uruguaya La Foca. Todas muy buenas películas, con ese sino introspectivo de conflictos posadolescentes propios de las primeras películas de Martel, o del cine montevideano de Stoll.
La
relación entre Acuña y el grupo comandado por el cantante y
guitarrista Fede González se profundiza en La vida de
alguien, estrenada a finales de
noviembre de 2014 en Mar del Plata con una excelente recepción de crítica y
público. Es una película que de alguna manera cierra -y al mismo
tiempo abre, porque la vida y las reinvenciones son precisamente una
inevitable cuestión temporal- las historias cruzadas de esos
personajes que circulan en las diferentes obras de una filmografía
que sabe a balneario en invierno.
Mar del Plata es el territorio
entrañable en el que se mueven los relatos de Acuña y al que
regresa -en La vida de alguien- un
viejo amigo, en medio del deseo de volver a reunir el grupo musical
de la adolescencia. Esa simple anécdota sirve de punto de partida
para redescubrir un puñado de canciones perdidas en el tiempo y para
contar una película habitada por canciones de una banda que se
parece demasiado a La Foca y a tantas otras historias musicales, tan
luminosas como perdedoras.
La
familia indie rioplatense, de guitarras envolventes y distorsionadas parece ser
la preferida de Acuña. La Foca, en este juego, es bastante más que
la banda fetiche de un gran director. Es, en todo caso, el
reconocimiento a un gran compositor de canciones -el guitarrista
Federico González-, capaz de facturar composiciones que si bien
circulan a contramano del gusto del gran público
resultan ideales para sonorizar películas como las firmadas por
Acuña. Y para conformar, llegado el caso, la propia columna
vertebral de un relato como el de La vida de alguien.
"La
película es una ficción sobre una banda de rock que se llama La
Foca, que tiene un disco y una canción, también con ese nombre", explica Fede González cuando le preguntan por la relación
entre banda sonora y película. Antes de ver la película es difícil
entender dónde está la frontera entre documental y ficción.
Después de verla, esa precisión se vuelve acaso innecesaria. Ambas
creaciones se disfrutan por igual, se vuelven ciertamente inseparables. "Una
película alrededor de nuestras canciones es mucho más de lo que
nunca imaginé. Los conflictos, las ausencias, los proyectos mal
logrados, y el tiempo, entre otras cosas de las que se habla en la
peli, son una forma de contar parte de nuestra historia y de la de
muchas bandas como la nuestra, de nuestros amigos, de mucha gente
querida, y de hacer música a pesar del ruido".
La
fiesta del estreno en Mar del Plata incluyó tocar en vivo algunas
canciones de La Foca. No pudieron estar presentes los otros
integrantes del grupo, pero acompañaron a González sus amigos de la
ficción: los actores y el propio Ezequiel Acuña en
los teclados. "Fue el broche de oro de una semana inolvidable,
donde celebramos una película hecha desde la amistad. Bueno, el
broche broche no, las fichas del casino y una "foca" al
negro en Mar del Plata lo fueron".
La
Foca
La
vida de alguien, antes que una
película, es un disco grabado por La Foca a finales de 2012. Es el
quinto disco, que continúa una obra que comenzó con 13
juguetes (2000) y fue definiendo
su identidad sonora sobre todo a partir de Vos lejos de vos
(2008) y Dos mentes
son el mundo (2010). Todos los
discos de La Foca tienen la singularidad de haber sido grabados en
Buenos Aires, con la asistencia de Juan Stewart (ex Jaime Sin
Tierra). Los últimos tres -vaya dato- fueron publicados por el sello
independiente Yo No Fui Doña, dirigido por Ezequiel Acuña. Si bien
sus ediciones físicas son de difícil acceso, la discografía
completa está disponible en Bandcamp.
No comments:
Post a Comment