En
su segunda candidatura a la Intendencia de Montevideo -que tuvo como
base una nutrida exposición de proyectos, obras artísticas y
debates en el CCE-, Alfredo Ghierra se convirtió en una de las
atracciones mediáticas de la contienda electoral. La campaña
paródica, iniciada cinco años atrás en el territorio del arte, consiguió
articular y colocar en la agenda pública ideas y propuestas más que
necesarias sobre urbanismo.
En un post de
Facebook, fechado el lunes 11 de mayo de 2015, Ghierra Intendente compartió
en la red social una fotografía de la visita del intendente electo
Daniel Martínez a la sala de exposiciones del Centro Cultural de
España. Ghierra saluda al político socialista y subraya el interés
que mostró por el proyecto artístico,
al igual que otros dos candidatos: Lucía Topolansky y Edgardo
Novick. "A nosotros, los integrantes de GI 2015,
nos parece de fundamental importancia que el sistema político haya
tenido la sensibilidad de prestar atención a una propuesta artística
que piensa e imagina la Montevideo que queremos", expresó
Ghierra. Y agregó: "Nosotros vamos a seguir atentos a la
ciudad, admirando su belleza e impulsando su puesta en valor.
Esperamos que Martínez continúe con su actitud de escuchar porque
nosotros tenemos mucho para decir".
Si
la primera muestra GI
2010,
montada en el espacio expositivo del Subte, había dejado en
evidencia la falta de propuestas de los principales candidatos, tanto
oficialistas como opositores, esta segunda ha logrado salir del
territorio del arte y operar con los mecanismos de una performance.
El impacto mediático que ha tenido la muestra de Alfredo Ghierra y
su equipo posibilita, entre otras cosas, que un saludo oficial pueda
leerse como una acción real, despojada casi del juego ficcional de
la parodia. Ahora que ya pasaron las elecciones y se va diluyendo
toda la tensión política generada, posiblemente sea el mejor
momento para apreciar las tres secciones de GI 2015,
exposición colectiva que reúne proyectos urbanísticos y obras
artísticas que se ha convertido en una de las más visitadas de las
últimas temporadas.
El
planteo de Ghierra Intendente 2010 tuvo una intención
paródica, al tiempo que fue dejando en evidencia la falta de
propuestas de los candidatos reales. ¿Qué fue lo que varió en el
montaje 2015? ¿De qué manera lo paródico se fue deslizando a otras
posibles intenciones e interpretaciones?
Creo
que en 2010 el término parodia aplicaba totalmente al proyecto
Ghierra Intendente, en cuanto proponía a un falso candidato a
la IM y un equipo de colaboradores para contrarrestar la pobreza de
las propuestas que formaban la agenda de las elecciones de aquel
momento. Para 2015 también elegimos ese formato: en paralelo a las
elecciones reales tener una propuesta alternativa que desnudara la
obviedad de la discusión política. Pero no contábamos con que el
interés que despertó esta vez el proyecto. Aún desde antes de
inaugurar y mostrar los contenidos de la exposición, nos obligaron
sobre la marcha a cambiar el término parodia por el concepto de
performance, o happening, más abarcativo, y sobre todo más acorde
con la duración en el tiempo y el involucramiento de muy diversos
actores, entre ellos el propio sistema político y los medios, que
sin quererlo, empezaron a formar parte de la performance, haciéndola
por momentos mas real que la propia realidad. Nunca me había quedado
tan claro el concepto de hiperrealidad como al desarrollar GI
2015. Si al principio la confusión del público entre la
realidad de Ghierra candidato y la ficción que proponíamos colmó
nuestras expectativas a ese respecto, poco a poco empezó a ser
fuente de inquietud, dado que corríamos el riesgo de que el “actor”
opacara las ideas. Pero al final, el actor le dio una visibilidad
rara vez vista a una exposición, que en el fondo implica miradas y
proyectos de artistas, arquitectos y diseñadores sobre la ciudad de
Montevideo.
¿Las
propuestas que se exhiben en Ghierra Intendente 2015,
pertenecen al escenario del arte o al de la política? ¿De qué
manera cambia esa percepción al dejar de ser interpretada como una
parodia?
En
realidad no plantearía esto en términos de oposición, sino más
bien de interacción entre un mundo y el otro. El arte puede ser útil
a los cambios sociales: un pensamiento o imagen artística puede
hacer ver claramente algo que la realidad y sus maneras más comunes
de presentarse no dejan ver. Es por eso que me interesa presentar
esta muestra como una muestra artística, incluso ante la opinión
comúnmente difundida de que los artistas viven en sus magimundos,
sin contacto con la “real realidad”, cosa que no creo que sea así
y que termina redundando en que rara vez se consulta a los artistas
antes de una intervención en la ciudad. Pero claro, unas cosas las
vimos desde el principio y otras fueron simplemente sucediendo: la
realidad es que incluso algunos periodistas que me entrevistaron,
soslayaron por completo el lado artístico y se centraron mayormente
en lo político. Eso no está mal; por el contrario, es una lectura
más que válida de la performance GI 2015. Pero
no me quedaría sólo en ella, iría mas allá: iría a estudiar cómo
una propuesta artística termina incidiendo en el ambiente político
más aún que ciertos hechos de ese ambiente político. Pero ahí el
mérito se comparte entre las buenas ideas presentadas en la muestra,
lo oportuno de la conjunción entre la idea y el momento electoral y
la obviedad de lo que ofrecían los candidatos, por lo menos en un
principio.
Has
sido invitado por muchos medios y presentado como un candidato. Has
sido invitado también a charlas junto con los otros candidatos,
quienes incluso han visitado y conocido de primera mano las
propuestas exhibidas en el CCE. ¿Qué te ha soprendido de estas
idas y vueltas que se dieron en los medios y con los candidatos
reales?La
sorpresa ante tales escarceos con los políticos y los medios es
proporcional al tamaño de nuestra expectativa: para quien espera
solamente que al menos se presenten en la inauguración algunos de
los candidatos, el hecho de haber sido invitados a encuentros con los
mismos, mucho antes aún de inaugurar, habla a las claras de un
fenómeno que no podíamos predecir de antemano. Las elecciones ya
pasaron. Martínez es el nuevo intendente, Novick se afianzó como el
líder de la Concertación, y sin embargo sigue persistiendo la
sensación de que faltó algo, de que nos siguen retaceando la
capacidad de imaginar otras ciudades posibles. Creo que GI 2015
vino a ocupar en cierta medida esa esperanza, al menos de parte de
grupos pertenecientes a la clase media montevideana, esa que estudia,
se prepara, viaja, sabe lo que pasa en las ciudades mas pro del
mundo, y lógico, quieren que pase aquí también. Yo, personalmente,
en todo momento en que me relacioné con los políticos y los medios,
insistí en que nuestro principal objetivo era poner en la agenda del
próximo gobierno municipal los temas que nos importan y que están
plasmados en GI 2015: el cuidado patrimonial, la educación
visual, la formación de ciudadanía, el cuidado ambiental y la
necesidad de constatar, de una vez por todas, que Montevideo es
hermosa, pero que se merece mucho más respeto y cariño, no sólo de
parte de los burócratas que la administran y gobiernan sino también,
y muy especialmente, de sus propios ciudadanos, porque sin esa
conciencia, sin ese orgullo, no vamos a ningún lado.
En
buena parte del montaje se concentran reflexiones, ideas y
alternativas urbanísticas para la Ciudad Vieja. ¿Por qué elegiste
esa zona de la ciudad y qué sorpresas te llevaste en las diferentes
propuestas?
Elegimos
a Ciudad Vieja, primero que nada porque el CCE está inserto en ella,
y porque su director, Ricardo Ramón, cuando empezamos a producir
esta muestra me dijo que a él le encantaría poner a la Ciudad Vieja
de Montevideo en el listado de ciudades patrimoniales de la Unesco,
deseo ambicioso si los hay, pero que coincidía completamente con el
espíritu de GI 2015.
Entonces pusimos una lupa sobre el barrio que es centro y periferia
de Montevideo, que supo ser “la ciudad” por entero, que estuvo
amurallada los primeros cien años de su existencia y que concentra
en sus cien manzanas la mayoría de las casas matrices de los bancos,
el tesoro de la Nación, innumerables ministerios, muesos, embajadas,
pero también pobreza extrema que se acomoda como puede en sus
pensiones y un acervo arquitectónico que va desde las construcciones
mas antiguas del período colonial, hasta las nuevas oficinas
vidriadas y los reciclajes que alinean pasado y presente entre sus
muros renovados. Todos esto y más es Ciudad Vieja, sin contar al
puerto, principio y base de Montevideo desde el inicio hasta el hoy.
Entonces propusimos, entre otras acciones, transformar a este
barrio-ciudad en un Protectorado aparte de la administración central
de Montevideo, de manera de poder usarlo como laboratorio de
experiencias urbanísticas que luego podrían ser o no ensayadas en
otras zonas de la ciudad: erradicación de las viviendas abandonadas,
de los baldíos especulativos, de la bolsa de nylon, de los carteles
abusivos en comercios, apoyo a los que hacen techos verdes, jardines
verticales, cambio de los ómnibus pesados, lentos y ruidosos por
tranvías eléctricos silenciosos y eficientes…
En fin, una serie de medidas basadas más en el sentido común que en
otra cosa, medidas que se podrían ensayar a partir de mañana si
hubiera voluntad política de poner en marcha estas ideas.
En
torno a tu acción, y a la de tu equipo y los artistas que se
sumaron, se generó una fuerte defensa a edificios patrimoniales, a
ideas urbanísticas que van a contramano de casi todo el espectro
político. ¿De qué manera considerás que la movida ha generado un
espacio que está teniendo incidencia real?
Pues
en realidad, creo que a una cosa sigue la otra. Estoy convencido de
que estamos más cerca de alcanzar una masa crítica de ciudadanos
preocupados con temas que hasta ayer no determinaban el voto de
nadie, como la defensa patrimonial de cierta arquitectura amenazada
de muerte. ¿Dónde encontramos el problema? En el ansia especulativa
de promotores que en realidad se mueven con reglas de juego que los
sancionan muy poco cuando intervienen o destruyen el patrimonio de la
ciudad, pero también en una IM ávida de recaudar contribuciones e
impuestos (son más rentables diez o veinte apartamentos donde había
una casa, que la propia casa). Entonces, no hay un culpable, hay
mucha ignorancia en varios actores, que incluyen al público que
puede costearse comprar una vivienda y rara vez elige una casona de
más de cien años y trescientos metros cuadrados frente a la opción
del apartamento nuevo de tres dormitorios en setenta metros
cuadrados. Pero igualmente creo que eso puede estar cambiando. De
otra forma no se explica tanto alboroto, sobre todo en las redes
sociales, cuando de algún atropello al patrimonio de la ciudad se
trata.
Acción
futura
"A pesar de que
Ghierra Intendente lleve mi nombre, es a estas alturas una entidad
con muchas cabezas pensantes, que no están dispuestas a comerse la
pastilla de que las ciudades las hacen los políticos o los técnicos.
Todos en GI tenemos la firme convicción de que la ciudad es
un artefacto de creación colectiva, que se moldea todos los días
con nuestras acciones pero también con nuestros pensamientos".
(Alfredo Ghierra)
Poética
de la ciudad
En
el subsuelo del CCE se exhiben diferentes miradas sobre Montevideo,
desde el arte contemporáneo, miradas que van al pasado, a lo oculto,
a lo ajeno. Aprovechando las condiciones naturales de oscuridad y
aislamiento con respecto al resto del edificio, se instalaron allí
varias de las propuestas que incluyen fotografía o video. "Estas
obras tienen para mí la importancia de trabajar desde lo metafórico,
lo inconsciente", señala Ghierra. "Apuntan a cómo nos
vemos, cómo nos ven los de afuera o cómo nos veían en el pasado".
Magela
Ferrero, por ejemplo, decide parodiar la típica colocación de
chapas conmemorativas que realizan los intendentes, chapas que luego
difícilmente sean leídas por alguien, y sustituirlas por chapas que
festejan eventos de la vida privada de los ciudadanos pero que
ocurrieron en el escenario de la ciudad, como puede ser el primer
beso o el primer cigarrillo fumado con amigos en el liceo. La artista
Paula Delgado, en otro de los trabajos presentados, propone una
mirada al mundo secreto de la prostitución masculina, echando luz
sobre un tema del que rara vez se habla pero que también tiene como
escenario a la ciudad. Otro mundo secreto es el de una fauna
abundante y variada que convive con nosotros, como muestra Marcelo
Casacuberta, o la fascinación que provoca el proyecto de
libro-híbrido de Carola Moujan, uruguaya que viviendo y conociendo
París hasta en sus mínimos detalles, va encontrando fragmentos de
Montevideo en la capital francesa.
"Todas
estas miradas ayudan a quitar velos, a mejorar diagnósticos, a mirar
con nuevos ojos lo que se nos fue volviendo rutina", dice
Ghierra. "Y terminan por ayudar a la idea de que vivimos en una
ciudad privilegiada y hermosa, no sólo por su parte física sino
también por su espíritu particular".
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