modelo para la supervivencia


El primer montaje de Modelo para la supervivencia fue en el EAC. En ese espacio fue que el curador brasileño Marcello Dantas quedó fascinado con la obra de Julia Castagno y le planteó de incluirla en la muestra colectiva internacional Ciclo. Criar com o que temos, un montaje colateral a la Bienal a inaugurarse en San Pablo con fondos del Centro Cultural Banco do Brasil. "Yo no lo conocía a Dantas, ni él a mí", cuenta Castagno. "En dos días se resolvió toda la logística de cómo llegaría la obra a Brasil. Al terminar de desmontar en el EAC, pusimos la obra en cajas y los palillos se tomaron el avión. Para mí, exponer en Brasil fue increíble. Fue una mega producción. La muestra se presentó en San Pablo, luego en Belo Horizonte y ahora se está exponiendo en Brasilia".
Desde la presentación del proyecto al EAC, hasta el reciente montaje en Brasilia, han pasado dos años que Castagno resume como un duro proceso de experimentación, investigación y ejecución. "Primero la fui armando en módulos, en mis ratos libres. Luego la fui almacenando en casa, hasta el momento de exponer en el EAC. El primer montaje fue fundamental para experimentar, ya que fuimos viendo cómo se comportaba la obra. Son diferentes patrones o figuras, que al unirse en el montaje forman la totalidad de la escultura. La obra, por ejemplo, tiene una fragilidad importante pero al mismo tiempo, como está formada por estéreo estructuras, logra firmeza. El montaje es extenuante y fascinante al mismo tiempo, porque la obra se adapta al espacio".

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Ya van cuatro montajes de Modelo para la supervivencia: Montevideo, San Pablo, Belo Horizonte y Brasilia. ¿Qué sentís cada vez que terminás de armar la estructura?
Dejo toda mi energía en la obra. Después de terminarla duermo catorce horas de corrido, mínimo. Si la obra plantea mi verdad, si logro hacer lo que imaginé, siento felicidad. Esta obra me hizo muy feliz.
¿Qué repercusiones viene teniendo la muestra colectiva?
La muestra tiene una repercusión impresionante. En San Pablo la visitaron 400.000 personas. Si bien es Brasil, superó el número habitual de visitas. Hubo mucha prensa y repercusiones críticas de debate y opinión sobre las obras. Es una muestra que traspasó el límite del museo. Con mis palillos vienen sucediendo muchas cosas interesantes: una muy buena recepción del público y mi obra fue seleccionada para la portada del catálogo educacional del Centro Cultural Banco do Brasil.
¿Cuál es tu impresión de los otros expositores? Han generado un fuerte impacto -de acuerdo a las reseñas y notas de prensa- la obra de Coupland y también la de Pistoletto...
Coupland y Pistoletto son artistas referentes del pensamiento contemporáneo. Coupland expone dos obras, que dialogan entre sí. Cabeza de chicle, que es una escultura, autorretrato, de dos metros, donde la gente la interviene pegándole chicles. Y luego la obra Slogans para el siglo XXI. Ambas son geniales. Y Pistoletto, referente del 'arte povera', me encantó; en Belo Horizonte hizo una instalación con objetos en desuso, ubicados en el piso. Trabaja sobre el símbolo del infinito. Luego, en Brasiliam hizo la misma forma pero con plantas. La llamó El tercer paraíso. Pero todas las obras me resultan grosas, re grosas Song Don, Tara Donovan, Lorenzo Durantini, Daniel Canogar, Tayeba Begum, Pedro Reyes, Ryan Gander, Daniel Rozin. Todos.
Ha dicho Dantas que eligió artistas que trabajaran el signo del exceso... ¿Qué sentís que vincula y atraviesa la obra de los artistas seleccionados en Ciclo?
Interpreto su propuesta en el sentido de crear a partir de lo que ya está hecho, y son muchas, muchas las cosas ya hechas y los posibles abordajes. Las obras tienen que ver con cosas cotidianas, las que vemos todo el tiempo, pero que son difíciles de procesar, de conocer realmente, de ver sus posibilidades.
En tu caso el elemento es un palillo, el tan cotidiano mondadientes. ¿Qué es lo que te interesó de trabajar con ellos?
Ubico al palillo de dientes dentro del mundo de lo marginal, de lo despreciado. Hasta la gente se esconde para usarlo. Es un objeto que no se le encuentra valor, que no se vende ni siquiera por unidad. Sin embargo antes fue árbol, luego hubo un proceso de industrialización, y llega a la cadena de consumo como un objeto descartable. Detrás de un simple mondadientes hay situaciones complejas que implican un ciclo. Me puse a pensar en la vida del palillo de dientes, que logra su apoteosis al sacar algo de la boca de una persona, pero que suele quedar apartado, en una mesa, sin ser utilizado. Me interesa qué sucede con el potencial del objeto, o de una persona. La obra metaforiza la sociedad contemporánea, la estructura social, mediante un lenguaje geométrico formado por estéreo-estructuras. Pienso que en esta sociedad contemporánea, capitalista, materialista, las personas parecemos ser descartables y las más vulnerables suelen quedar apartadas. Esta sociedad objetualiza a las personas. Lo que hice en la obra fue una inversión, al personificar al palillo de dientes.
¿Cómo llegás -al abordar la masividad- al concepto de "modelo de supervivencia"?
Es que un palillo, solo, no hace nada. La superviviencia -y me refiero a la vida en sociedad- se da a través de la unión, de la ayuda mutua, del ser conscientes que todo somos parte del todo, donde no existen diferencias entre personas, más allá de su historia. En la obra, todos los palillos son iguales, pero el tiempo y el lugar donde cada uno fue colocado los hace diferentes. Hay otro asunto, que tiene que ver con que la obra habla de lo que se conoce y de lo que no se conoce.
¿Cómo es eso?
Hay una reflexión sobre el espacio vacío, el espacio que los palillos delimitan. La instalación, además, necesita del espacio negro. Según Borges, en una charla que dio sobre la ceguera, el color negro y el rojo son los colores que él más extrañaba. Y esta obra tiene que ver con la capacidad e incapacidad de ver, y con las posibilidades. En Brasilia, por ejemplo, pedí al equipo que sólo los ciegos pudieran tocar la obra. La percepción de la realidad y del espacio son ejes fundamentales de esta obra.



Modelo fractal
"La multiplicación de tetraedros es parte de la poética de la obra. Es la praxis, la acción que realizo. Es un proceso interno, y no racional, donde los tetraedros se repiten como fractales. Los fractales son patrones que se repiten en la naturaleza de forma infinita. Es un proceso continuo. Inclusive el hecho de poner un límite en cien mil da la noción de infinito". (Julia Castagno)

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