la mirada impolítica


La T6 del Espacio de Arte Contemporáneo tuvo el destaque de la muestra colectiva Los impolíticos, con curaduría de Laura Bardier. Una potente selección que va en el subsuelo del ex penal Miguelete y que incluye una obra de la argentina Liliana Porter.


El registro de una intervención urbana de la mexicana Marcela Armas, en la que la artista sustituye el pilar de un puente por una columna inflable, forma parte de Los impolíticos, junto a sutiles ejercicios minimalistas de Liliana Porter y del dúo de diseño Detánico&Lain, y el sarcasmo de la composición Marx, del venezolano José Hernández-Diez, donde se ironiza sobre la intromisión de la político en la sociedad de consumo. La curaduría de la muestra, que presenta obra reciente de artistas latinoamericanos de las últimas generaciones, corre por cuenta de la uruguaya Laura Bardier y hace foco en la definición de “impolítico” del filósofo Roberto Espósito. CarasyCaretas entrevistó a Bardier durante el montaje de la muestra que se exhibe en el subsuelo del EAC.


¿Cuánto te provocó la definición de Espósito sobre lo “impolítico” para desarrollar el concepto de la exposición?
En líneas generales, y a la base de todo mi trabajo como curadora, está mi interés sobre las condiciones del desarrollo del pensamiento crítico. La muestra Los impolíticos nace más que nada de constataciones, reflexiones y estudios acerca de las circunstancias en las cuales hoy los ciudadanos se involucran en política. Desde hace tiempo me interesa el concepto de activismo, de participación política, de observadores políticos. El proceso de definición de la muestra se ve informado por diversos textos y autores de literatura, filosofía, política... Seguramente Roberto Esposito y su definición de “impolítico” es clave. Comparto su posición respecto a que las razones de cierto alejamiento entre sociedad y política contemporánea, se centran en cuestiones de comunicación: códigos divergentes, léxicos disímiles. Con esta muestra me interesa observar prácticas artísticas de crítica política que utilicen como recursos el sarcasmo, el humor y el cinismo, simplemente porque son estrategias de comunicación propios de la cultura contemporánea.
Obra de Marcela Armas.
¿Qué tipo de artistas y obras elegiste se integran en Los impolíticos?
En primera instancia, determiné el campo geográfico; decidí observar y seleccionar trabajos de las Américas, no porque crea que el concepto de “impolítico” sea exclusivo de esta región, sino más bien por una intención de realizar un análisis focalizado, de obtener un punto de vista específico y no generalizado. En segundo lugar, me interesaba sobre todo identificar prácticas artísticas que operasen en forma similar. Realicé una selección de obras que comparten similares inquietudes, se interesan en la relación entre artista y sociedad, recurren a estrategias análogas, y a menudo se valen del humor y el absurdo para construir sus piezas. Muchos de los artistas construyen una correspondencia contradictoria entre lenguaje e imagen, que a menudo funcionan como adivinanzas o chistes, desafiando el espectador a discernir, o incluso producir, sus significados. Trabajan con elementos simples y configuraciones delicadas, traduciendo agudos conceptos relativos al conocimiento, la filosofía y la representación. El común denominador es la ironía, donde el fin último es la crítica social constructiva.
Obra del dúo de diseñadores Detanico&Lain.
Una de las que más llama la atención es la obra de Detanico&Lain, que juega con geografías alternativas a partir del diseño gráfico...
Todo el trabajo de Detanico&Lain gira entorno a la codificación y la descodificación de mensajes, explorando sobre las posibilidades del lenguaje y sus variadas interpretaciones visuales. El dúo combina elementos lúdicos e interactivos con una sólida base conceptual que se sustenta sobre la continua formulación de preguntas acerca de cómo es verdaderamente la realidad y de qué modo nosotros la percibimos. Con gestos tipográficos simples, la pieza The World Aligned presenta geografías alternativas, invitándonos a hacer una lectura distinta del mundo, según sus distintos perspectivas políticas.
Es, además, un ejemplo de minimalismo, como el de la obra de Liliana Porter...
Sí, de hecho en la serie Trabajos forzados, Porter, en su aparente inocencia, narra una historia subversiva, una situación absurda, donde el espacio y el tiempo no tienen referencias. De esta manera el público recibe las figuras, las escenas, y la acción sin interferencias, sin mediación. La artista desarrolla momentos de la vida de ciertos objetos, sinceras elaboraciones de ideas o “imágenes de la realidad”. Como armándonos con una lupa, sus piezas nos permiten ver los objetos y su contexto con una mirada aumentada.

((artículo publicado en 3/2012 en revista CarasyCaretas))

Obra de Liliana Porter en la colectiva "Los impolíticos".


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