Diez nuevas canciones de Max Capote, para disfrutar en compañía, ideales para una fiesta que inspire a mover la pelvis y sacudir el corazón con boleros rotos y alguna bossa nova adulterada. “Aperitivo de moda” se consigue por el sello mexicano Intolerancia y el uruguayo Contrapedal.
Fabián
Acosta, el cerebro de Max Capote, se hizo esperar. Después de
Chicle,
disco que lo llevó a la alfombra roja de los Grammy Latino en Las
Vegas, al Grand Rex de París, a la carpa Intolerancia del Vive
Latino y a una gira por las
tiendas FNAC,
estuvo varios años dándole forma a diez nuevas canciones. Lleva
la voz más recia, curtida por tantos viajes, amores, desamores y una
sensible distancia de sus éxitos juveniles, los del debut Grandes
éxitos,
allá por el 2004. Y estas nuevas diez canciones que agrega a su
repertorio definen -con elegancia y una rítmica avasallante- el
concepto sónico Max Capote, aunque él deteste, y no le falte razón,
tanta alharaca con los “conceptos”.
“Aperitivo
de moda no es un disco conceptual, o mejor dicho, es un disco
no-conceptual”, dice Acosta. “Estoy podrido de ver a los
músicos de mi alrededor buscando un concepto para sus
discos, como si eso fuese algo importante o les fuera a salvar la
carrera. Me harté e hice un disco solamente de canciones. Toda la
energia y el tiempo que se gasta en pensar el mágico
concepto, la invertí en estas diez hermosas
canciones”. Se muestra muy feliz por el resultado, muy seguro
de estas nuevas canciones que pueden descargarse en Bandcamp o
disfrutarse en las ediciones físicas de Intolerancia y Contrapedal.
Montevideo es su centro vital, la ciudad donde Acosta pasa la mayor
parte de su tiempo, pero el DF mexicano se ha convertido en el sitio
ideal para desarrollar el proyecto Max Capote: “México es un
caldo de cultivo para mí. La otra vez tocamos en el Vive Latino y la
gente y yo perdimos el control... eran miles de presonas y en un acto
de locura extrema me tiré al público y ellos me rompieron los
pantalones. No es que quisieran hacerme daño, lo sé, es que querían
una parte de mí”. Hace la cuenta, rápida: más de treinta
shows en el 2013 entre México, España, Brasil, Panamá, Colombia y
otros países. Apenas tres o cuatro presentaciones en Uruguay. “En
Montevideo, mi ciudad, son moderados nuestros seguidores y eso me
chupa un huevo. Cada pueblo consume la música que se merece o la que
culturalmente le da la masa encefálica para entender. No los puedo
juzgar, los amo. Pero no tengo apuro: cuando quiera jubilarme hago
una cancion de tres acordes que diga pueblo, celeste, pierrot,
gorrión y lonja y abro una cuenta en el BPS”.
Las
baterías de Aperitivo de moda fueron
grabadas en Sondor (Montevideo), estudio diseñado como una
réplica -congelada en el tiempo, en su arquitectura y equipos- al
estudio B de la BBC de Londres. El resto de los instrumentos y voces
se grabaron en su estudio y para el masterizado eligió hacerlo en el
legendario Abbey Road. Se define como un perfeccionista: “Lo
que hace a mis discos es que soy un meticuloso de mierda. Puedo tener
toda mi casa y mi vida totalmente desordenada, pero mis discos no.
Puedo pasarme cuatro años haciendo un fuckin disco, pero cuando lo
termino es porque está perfecto y me dan ganas de darme un beso en
las bolas... pero no puedo porque no llego”.
La
primera frase, lo primero que se escucha del disco es “Y es
verdad/ que tus piernas se abrieron para mí”. La
canción pega de inmediato. Una tras otra, todas se vuelven
adictivas, ideales para una fiesta, por momentos desenfrenada y
también para esos momentos que hay que llevar a pasear el vaso de
whisky a la luz de la luna. Es difícil destacar una sobre otra, pero
apostaría una parte de la bolsa a que “Voy a pescar” podría
haberla elegido Paolo Sorrentino para abrir la genial La gran
belleza. Lo cierto es que, por sus canciones, la revista
estadounidense Billboard recomendó a Max Capote entre los “artistas
a seguir en 2014”. Ahora, como se ve en la portada de Aperitivo
de moda, viene con cabeza de
tigre y en actitud desafiante. Acosta quiere conquistar el mundo, así
que vayamos “abriendo las piernas”, porque tira la última, sin
filtro: “Me
nominaron al Latin Grammy como Best New
Artist junto al pecho-frío de Pablo
Alboran. What a fuck! Yo vengo de un barrio marginal
del tercer mundo donde el arte todavía está por
encima del negocio”.
((publicada en Zona de Obras))
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