tener la palabra


Eli Almic tiene dos discos publicados en dupla con Dj R:, el ep Rara vez y el elepé Hace que exista. Cruzaron caminos hace algunos años. Ella era una piba con muchas ganas y necesidad de salir a rapear y él uno de los defensores de la vieja escuela y el under, experto en vinilos y scratchs. Ambos devotos de las rimas, pero también del r&b y el soul clásico. La voz y la palabra de Eli se fueron abriendo camino con esos discos, a lo que se sumaron presentaciones en escenarios, clips de cuidada producción, una destacada participación en el ciclo Pardellion y algunos muy buenos cyphers disponibles en Youtube.
Hay mucho más para contar del viaje rapero en el que se metió Eli, pero puede elegirse como centro gravitatorio, más o menos caprichoso, la grabación que se mandó en Los Ángeles para Cypher Effect. El formato exige darlo todo en dos minutos arriba de un beat lo más hipnótico posible. Es una sola toma al micrófono. Una sola cámara. Lo que logró Eli Almic revela su enorme talento en la rima y el canto, pero sobre todo en la expresión y en la transparencia para decir lo que quiere decir, en manejar a su antojo la palabra. “Y así vuelo, vuelo y llego más lejos de lo que antes conocía, no sé muy bien adonde voy, siento que estoy despegando”, canta, y estremece, y esa es la exacta sensación, en los momentos que toma aire para rapear con excelente flow. Por eso, para los que no conocen del arte de Eli Almic, se recomienda esa entrada, poniendo eli+almic+untitled en Youtube, y después sí sumergirse en los discos que grabó sobre beats de Rodrigo Chavez, y también en el ep Reflejo, una colección de canciones escritas durante su viaje a Estados Unidos en 2017.
“El cypher que grabé en Los Angeles es un video que en algún punto no me cambió la vida, pero en otro sí, desde la experiencia y desde la cantidad de gente que me conoció”, cuenta Eli de su participación en uno de los ciclos de mayor prestigio en la escena hiphopera latinoamericana. “Fue muy loco. ¡Ni nombre le puse al video! Me había contactado Jorge Soria, el que desarrolla el proyecto, y quedamos en que si andaba en la vuelta le avisaba. Yo enganché el viaje a Los Ángeles después de una gira que salió por Costa Rica con Atlántico Negro, y después me gasté casi toda la plata que tenía en llegar”. Esa es solo una de las tantas historias que tiene Eli para contar. Es un viaje que no para. 

De donde vengo nos cambiábamos la ropa con suerte/ pá que te escuchen había que gritar fuerte/ me guardé lo que creía por demasiado tiempo/ en cambio ahora digo todo/ porque este es mi momento”
(Crème Sessions #3, Eli Almic)

***

Untitled” es una de tus mejores cartas de presentación. ¿Cómo armaste la escritura de ese cypher, teniendo en cuenta el desafío que implicaba?
Eli Almic: Bueno, ese cypher me agarró en condiciones un poco adversas. Los Ángeles fue la ciudad más hostil en mi viaje a Estados Unidos. No tenía hospedaje, no tenía mucha plata y llegué a gastar 100 dólares en dormir en un motel de mierda. Entonces, la verdad fue que no tuve unos días para decir, bueno, voy a escribir esto. O sea, me encontró la noche anterior durmiendo en el living de una casa, super incómoda, viendo cómo iba a armarlo y en la segunda parte metí un pedazo de “Confesión”, una canción vieja. Pero bueno, ahora lo veo al cypher y me gusta; tiene también lo espontáneo de que me agarró en medio de un viaje, con determinadas circunstancias. Y sí, también tenés la presión de que son apenas dos minutos para mostrarle al mundo quién sos.

¿Necesitabas ese viaje, salir por un momento de Uruguay?
E.A.: Sí, porque también pasa, como sabemos, que Montevideo es muy chico, y está bueno salir un poco a ver el mundo. Yo casi que no había viajado. Había ido acá en la vuelta, por Argentina, Brasil, entonces estar en el lugar donde surgió el rap, darte cuenta que no sos nadie, que sos como un puntito chiquito en una super multitud, donde todo el mundo quiere triunfar, me sirvió en muchos aspectos. Cuando volví, me decían 'pá, que desenvuelta que estás', 'cómo te cambió la voz'. Fue muy lindo recibir eso. Y además está lo de valorar tu escena, valorar lo que tenés, valorar a esas personas que están en todos los toques. Y bueno, hay que animarse, y saber también que a veces la vas a pasar un poco mal. Pensá que me fui seis meses, con muy poca plata, que por momentos me cagué de frío; yo qué sé, llegué a pedir hospedaje por Facebook. Hice cualquier cosa, pero salió bárbaro.

También salieron canciones del viaje, que conforman el ep Reflejo.
E.A.: Eso para mí fue relindo. Tenía la idea de grabar alguna cosa allá, pero no fue que dije voy a hacer un ep. Y cuando llegué a Montevideo, pasaron los meses, y me di cuenta que no iba a llegar a tener un disco pronto, y me dije tá, sabés lo qué, voy a hacer un diario de viaje. De hecho cuando presentamos Reflejo en vivo, en la Balzo, las visuales tenían varios de mis videos de celular, que los proyectamos ahí; entonces fue como mostrar todo ese viaje mío, medio así experimental, mientras empezaba a cocinar otra cosa.

Y abandonaste por un momento a RC...
E.A.: No, porque él está en “La nube”, que es una canción que hicimos juntos. Lo que pasa es que Reflejo reúne cosas que hice sola, porque es verdad que de algún modo necesité abrirme un poco, hasta del RC también, pero en el buen sentido. Tenía la necesidad de conocer otra forma de trabajar, beats de otra gente. De hecho el sonido de Reflejo capaz que es bastante más yankee en algunas canciones, más moderno, porque el RC es mucho más clásico. Estuvo muy bueno desprenderme un poco de eso, y ver qué podía dar yo en ese nuevo escenario.

¿Cómo funciona la dupla?
E.A.: Estamos muy unidos. Nos fue recontra bien con Hace que exista, pero yo estaba un poco contrariada cuando lo grabamos. Teníamos diferencias, eso de que a veces uno quiere una cosa y otro otra. No es que cuando grabé las voces yo estaba en una nube de felicidad. No, porque yo en ese momento no sabía que iba a pasar con nosotros, si había un feeling, si había buena onda, pero después, la verdad, todo fue pa' arriba. Fue un momentito, ahí, donde creo que subimos un escalón, a base también de desacuerdos, de maneras diferentes. Claro, yo, torbellino, vine con toda mi energía y el RC era como 'sí, pero pará pará, tampoco me enloquezcas'. Pero ya estamos muy amigos.

El trabajo de creación con RC, que es también fan del r&b y del soul, te permite alternar rapeo y canto. Eso se sale un poco de lo predominante en el hip hop latino.
E.A.: Sabés quiénes me parece que son muy buenos haciendo eso... los chilenos. Anita Tijoux, por ejemplo, o La Habitación del Pánico, que es un colectivo. Ellos mezclan mucho el beat de rap con una cosa más soulera y r&b. Me nutro mucho de la escuela chilena. Pero bueno, en mi caso, como entre lo primero que escuché fue Lauryn Hill, para mí es muy familiar esa cosa de 'rapeo con tremenda fuerza pero también canto, y te doy aire, y aprovecho que me gusta cantar'. Lo que me pasaba cuando empecé a escuchar rap es que me embolaba... sí, a veces me pasa que me aburro si es un disco en donde solo se rapea, como que necesito algo más melódico. Mi oído disfruta más de eso, pensá que yo escuche mucho pop berreta de radio cuando era niña y adolescente.

¿Cuánto hay de machismo en el rap?
E.A.: Muchísimo. Si vos te fijás en el freestyle, por ejemplo, se siguen ganando las batallas diciéndole al otro que es puto, o diciéndole gordo de mierda. Es verdad que hay competencias que si decís insultos, no ganás, pero en general es un ambiente muy masculino, muy masculinizado. No es que haya una barrera que diga 'prohibido mujeres', pero es un terreno de hombres, naturalmente...

Bueno, el hombre siempre tradicionalmente es dueño de la palabra, de los discursos...
E.A.: Sí, en el rap tradicionalmente se ve a la mujer en una cosa ornamental, o haciendo el corito lindo. A mí me ha pasado que me pidan de hacer un featuring y me digan 'quiero que cantes acá'. Y no es así, porque si hago un featuring contigo voy a rapear, porque no quiero ser el corito lindo, quiero también ser la que tiene algo para decir, y creo que hay que imponerse desde ese lugar. Claro que quiero, y puedo cantar, pero también quiero rapear. Entonces, creo que también hay una cosa de machismo estructural, donde nos cuesta animarnos y ocupar esos espacios, porque estamos acostumbradas a que sea un espacio más masculino. O sea, a mí nadie me dijo 'vos no podés rapear', pero demoré cuatro o cinco años en animarme, porque veia solo pibes, porque no encontraba referentes.

Entre otras cosas, también hiciste freestyle...
E.A.: Arranqué haciendo freestyle, esquinero, y es una adrenalina tremenda. Es lo más presente del mundo. Estuvo de más. Fue como jugar y liberarme de a ratos. Y me redieron para adelante, para mí estuvo buenísimo.

Lo interesante es que las raperas logran producir discursos a veces más potentes que en el rap masculino. En el hip hop latino están los ejemplos de La Mala, de Ari, de Sara Hebe. Todas se empoderaron a partir de la palabra...
E.A.: Creo que eso se debe a que es más urgente, más necesario. Porque si queremos romper con el patriarcado hay cosas que está bueno que se empiecen a decir, y hay que accionar también para generar ciertos cambios. Las raperas nos encontramos de repente hablando de cosas que antes eran tabú, que no se podían decir, y eso rompe con eso tan tradicional del rap de ver quién la tiene más grande, esa cosa de medirse y de la hombría, super machista. Entonces creo que este momento es nuevo para todas, y para todos, y si bien hay mucha gente que se molesta, siento que es nuestro momento y que no se trata de sacar al hombre, no estamos diciendo 'callate la boca', o sí en algunos momentos. Lo importante es que se genere una cosa más equitativa, porque antes capaz que yo no me animaba a hablar, y ahora estoy diciendo algo. Y una cosa lleva a la otra, porque hay un montón de pibas que me escriben, que están por sacar sus primeros temas, así que en cualquier momento se van a hacer escuchar un montón de raperas. Este es un momento social y político único, que no tiene antecedentes. Y hay que tener claro que se estuvo laburando décadas para llegar a esto, y la música -en este caso el rap- es uno de los medios para esa lucha.

Este buen momento tuyo coincide con un fuerte crecimiento del rap en Montevideo y con el trabajo de muy buenos raperos, colegas tuyos, como los casos de Arquero, JT, Hache y Santi Mostaffá, entre otros. ¿Cuánto te identificás con ellos?
E.A.: Este es el mejor momento para el hip hop, seguro, en cuanto a vidriera, en cuanto a oportunidades, pero me parece que todas estas personas que me estás nombrando hace mucho tiempo que se vienen 'preparando' para esto, por decir de alguna manera. Cuando yo arranqué a rapear, a principios del 2012, ellos estaban hace rato, estaban compitiendo en payadores urbanos, estaban disputando el trono entre ellos, en esa cosa competitiva que tiene el rap. Entonces me parece relindo ver, no sé, ahora que viene un festival y van a estar todos ellos y tantos otros raperos y raperas, porque antes capaz que solo se hablaba de bandas como Dostrescinco, Latejapride y no se conocía nada más. Y en cuanto a cuánto me siento más identificada, bueno, me parece que esta buenísimo lo de JT, que está tocando con una relinda banda, si bien las cosas que él habla capaz no es lo primero que me identifica. Pero está todo bien, lo respeto un montón. El Hache y Arquero son personas que me gusta lo que hacen, aunque de repente no tienen un mensaje así como más político. Y con el Santi muchas veces empatizo y me siento identificada con algunas cosas que dice. Ahora mismo tengo que darle un poco más de escuchadas al disco de Se Armó Kokoa, porque me parece que por ahí va a haber cosas que me interesan bastante. Digamos que me siento representada en algunas cosas y en otras no.

¿Qué es que tiene que ofrecer un rapero para que te 'represente'?
E.A.: Para mí lo más importante es que yo sienta genuino lo que estoy viendo y escuchando, más allá de que su discurso no me interese mucho. Es importante que lo que se esté mostrando sea verdad, así sea de que fumás porro todo el día, o de que vas a una manifestación. O bueno, tá, está también el caso del que rapea bárbaro, que están buenísimas las bases y suena todo rebien, pero capaz que si es solo habilidad, a mí, a Eli, me embola, porque lo que quiero es conocer cómo te sentís frente a tal cosa, a tus inseguridades, y eso creo que es algo hermoso que tiene el rap. Tampoco sé si quiero un disco del tipo 'estoy contra todo'. El género creció... se sale de un lugar muy de protesta, pero si no querés protestar está todo bien. Pero exijo un poquito eso, bueno, no sé si exijo, pero es como que tá, para enamorame de lo que escucho, tirame alguna, no sé, dejame pensando en algo. Para mí es interesante encontrar un equilibrio entre habilidad, flow, algo para decir, algo que lo pensás vos y una opinión tuya sobre el mundo.

Mencionabas al disco del trío de raperas Se Armó Kokoa. Una de sus integrantes es Viki Style, una referente del hip hop uruguayo en el break y también en el rap. Muchos piensan equivocadamente que sos "la primera rapera"...
E.A.: Viki está hace mil, y antes, en los 90 también había algunas pibas. Me acuerdo que cuando arranqué estaba La Cachorra, que hacía freestyle. El tema es que se mantuvieron mucho en el under y el grueso de la gente no se enteró. Entonces pasa que cuando voy a entrevistas y me dicen 'eli, la primera rapera', no me gusta mucho, porque no quiero sentir que le estoy faltándoles el respeto, no sé, sobre todo a la Viki. Pero tengo que asumir que se entiende eso porque estoy tocando en escenarios más grandes y tengo más visibilidad. Lo que sí, ahora, quiero abrir puertas. Tengo ganas, por ejemplo, de invitar a las gurisas de SAK a hacer cosas, a compartir escenarios.

¿Qué viene después de un single como "Brujas"? ¿Estás preparando otro tema en esa línea, decididamente feminista?
E.A.: Estoy por largar, en estos meses, un single nuevo que se llama "Ayuda", que va más por el lado del acoso. Habla de una piba que va caminando para la casa y la sigue un tipo todo el tiempo. En esa letra relato lo que el tipo le dice, que son cosas que saqué de la calle, de la experiencia de mi vida. Es lo que te dije antes, siento que estoy como animándome a opinar más en algunos temas que de repente antes no me tenía la confianza para hacerlo, o no tenía tan claro lo que pienso.

((artículo publicado en revista CarasyCaretas, 03/2019. Fotos: Alexander Laluz))

No comments:

LAS MÁS LEÍDAS