Diego
Drexler y Nicolás Molina se conocieron en el año 2002, en
Castillos, cuando una de las giras uruguayas de Cursi pasó por la
apacible ciudad rochense. Nico conducía un programa de rock en la FM
y el encuentro derivó en una amistad que se mantuvo con los años y
tomó nuevo impulso cuando ambos decidieron cruzar en un escenario
sus flamantes proyectos solistas.
La
fecha de la reunión es el 20 de agosto. El escenario: la
montevideana sala Zavala Muniz. Se escucharán dos cancioneros con
mucho en común: las playas de Rocha, la aspereza montevideana y por
qué no ese toque solitario que imprime la ruta, la carretera, el
trayecto entre la ciudad y el balneario. Drexler y Molina tienen
folk, pero no resisten la tentación de acercarse a otras fronteras
de la canción, de mezcla entre campo y ciudad. Alcanza con dejarse
llevar por el toque adrenalínico de "Pulsión" (Drexler) o
la atmósfera luminosa de "En el camino del sol" (Molina).
Son, además, dos muy buenos clips, de esos hechos con poco dinero y
un par de muy buenas ideas.
El
debut solista de Diego Drexler es exactamente eso: un viaje solitario
por la palabra y la canción. Es Diego después de Cursi. Se llama De
nuevo y salió editado por Ayuí.
Es un viaje musical bien íntimo, personal, probándose en la
guitarra y apenas con la complicidad -en algunas canciones y en el
armado final- de Gonzalo Gutiérrez en las cuerdas y en
programaciones. Hay una búsqueda de Drexler de alejarse del pop para
concentrarse en guitarras loopeadas, a veces mántricas y otras
rasgueando, en ese rockeo tan montevideano, patentado por la línea
Mateo-Wolf.
Molina
& Los Cósmicos, por su parte, vienen de grabar un set acústico
para la emisora KEXP de Seattle, todo un acontecimiento para una
banda independiente uruguaya, que con solo un disco -El
desencanto, por Perro Andaluz-
ha logrado hacerse un nombre
fuera de fronteras y, entre otras cosas, editar en un sello argentino
y salir de gira por varias ciudades brasileñas.
Para
ambos proyectos artísticos, el show en la Zavala es una apuesta
fuerte, todo un desafío. Y no se trata simplemente de compartir
escenario. La propuesta incluye una dinámica de dos bandas por
momentos fusionadas, convidándose canciones de ambos repertorios y
con varios amigos invitados, lo que dará un hilo conductor único
que será registrado por el equipo audiovisual de Gato Peludo. "El
concepto es el de fusionar Montevideo con Rocha, los palmares
con el hormigón ciudadano", cuenta Drexler.
Parte
uno: señas comunes
¿De
qué manera se atraen dos obras musicales -como las de ustedes- que
tienen atmósferas urbanas y también de balneario, de playa
océanica?
NM:
En lo personal, vivo en Aguas Dulces, pero necesito venir a
Montevideo de vez en cuando, tomarme una cerveza artesanal con
amigos, pasear por Tristán Narvaja, comprar un libro. No sé... es
ahí que entra el concepto de ruta, de horas conduciendo. El silencio
de la ruta. El ruido de la ruta. De alguna forma, siento que hago las
canciones, en mi casa, en Aguas Dulces, pero pensando en cosas que me
han pasado en ciudades o en tantos otros lugares.
DD:
En el caso mío, soy una persona muy vinculada a las costas de
Rocha. Paso al menos uno o dos meses por año en La Paloma y muchas
canciones de mi disco nacieron frente al océano. Ese vínculo con el
mar, con el horizonte, con la playa, está presente subliminalmente
en muchas canciones. Es claro que si bien somos de territorios
diferentes, tenemos un lenguaje y búsquedas estéticas comunes.
NM:
También creo que está en ambos el concepto de no quedarnos con una
sola cosa.
¿Cómo
definen las canciones o cancioneros del otro?
DD:
Los conceptos El desencanto -nombre del primer disco de
Nicolás- y Folk de la frontera -el
del segundo disco, aun no editado- definen la música de
Nicolás, que refleja el paisaje de los palmares, la playa, las
gaviotas, la soledad, el aislamiento del invierno en un balneario,
todo de una manera poética y sensible. Pero lo que más me interesa
y llama la atención es cómo logra narrar su aldea local, con un
lenguaje global que le permite dialogar con el spaghetti western, con
la música guacha del sur de Brasil o el tex mex de la frontera norte
mexicana. Es local y global al mismo tiempo y sabe conectarse muy
bien con el mundo.
DD:
Para mí, Diego es un compositor montevideano con una fuerte conexión
al interior y a la región. Sabe manejar muy bien el lenguaje de la
música uruguaya, pero no se queda solo en eso. Eso es lo que pasaba
con Cursi y se potencia ahora con su primer disco solista.
parte
dos: pulsión solista
¿Qué
sorpresas te encontraste -Diego- en el camino de grabar y editar tu
primer disco solista?
DD:
La gran novedad fue la de enfrentarme, en soledad, al proceso de
componer canciones y grabarlas. Esta experiencia fue una especie de
salto al vacío, de tirarme al agua y animarme a salir de la zona de
confort en la que estaba. A veces las bandas delimitan los roles y
cuando las cosas funcionan hay una tendencia a la comodidad y a la
limitación de cada integrante de hacer lo estipulado. En este disco
tuve que explorar nuevos territorios, al momento de hacer las
canciones y al momento de grabarlas... tuve que tocar guitarras,
cantar, hacer coros, hacer los arreglos.
¿Qué
caminos se abren en este nuevo tiempo tuyo en la música?
DD:
La verdad es que se viene dando con más intensidad de lo que me
imaginaba. Después de que Ayuí se interesó en editar el disco,
hubo muy buen retorno de la prensa, empezaron a sonar un par de
canciones en algunas radios y estuve tocando bastante. Fui dos veces
a Argentina, estuve en Colombia y en Costa Rica, y de a poco voy
visitando diferentes puntos del Uruguay, reconectándome con gente
que ya me conocía por Cursi. Estoy muy contento y disfruto de estar
"en la ruta".
parte
tres: el camino del sol
¿En
tu caso, Nico, cómo se va dando este camino que comenzó con un
tímido ep y derivó a cosas tan inesperadas como la grabación de un
show para la emisora estadounidense KEXP?
NM:
Nosotros lo vivimos súper tranquilos y lo disfrutamos un montón.
Sabemos que hemos dado pasos enormes, en estos últimos meses,
tocando en lugares como Martes Indigentes en Niceto de Buenos
Aires, en varios festivales de Brasil como El Mapa de Todos,
el Festival de Musica da Rua en Caxias o el Paraiso do Rok.
Lo de Estados Unidos, eso fue increíble: lo de KEXP nos está
abriendo un montón de puertas. En estos días saldrá también el
show que hicimos en Sofar Sounds New York y próximamente vamos a
grabar un show en vivo para un importante canal brasilero... A que a
fines de setiembre tenemos una gira de seis shows por allá.
¿Qué
planes tienen Los Cósmicos después de El desencanto?
El
desencanto fue un disco que marca el fin de una etapa personal y
el comienzo de otra. Yo vivía en España y el regreso a Uruguay
-puntualmente a mi pueblo de origen- me hizo pasar por sentimientos
encontrados. Me replanteé muchas cosas, y muchas de ellas me
generaron sentimientos encontrados. Ahora estamos grabando El
Folk de la frontera. La idea quizás surge porque estoy viviendo
muy cerca de la frontera con Brasil y soy un ser que siempre atravesó
fronteras; soy inquieto de naturaleza y amo los choques culturales.
Mi cotidiano es diferente al que vivía hace unos años atrás...
Ahora mismo siento que me aferré a la sencillez uruguaya -lo bueno
de ella- y a todo el "geito" de Brasil.
parte
cuatro: acción
¿Qué
desafíos tiene para cada uno de ustedes el espectáculo en la Zavala
Muniz?
NM:
El principal desafío es estar a la altura, brindar un buen show para
toda la gente que va a ir a vernos... Sabemos de amigos y conocidos
que van a hacer 300 kilómetros ese día para vernos. Eso nos genera
una responsabilidad grande.
¿Cuánto
habrá de interacción entre las dos propuestas?
NM:
El espectáculo va a tener cuatro partes bien definidas, en la cual
tocaremos separados y también juntos. Por nuestro, lado tendremos un
repertorio con canciones de El desencanto y adelantos de lo
que será nuestro próximo disco.
DD:
No se verá un show de dos bandas tocando por separado. Habrá un
hilo conductor, una interacción, se versionarán los temas. Por
momentos tocaremos todos juntos y estaremos entrando y saliendo
constantemente, participando y colaborando tanto en mis canciones
como en las de Nicolás. También habrá algunas guiñadas a un par
de canciones de Cursi que fueron las que Nicolás empezó a pasar en
el 2002 en el programa que tenía en una FM de Castillos.
¿Cómo
fue que se conocieron?
NM:
Nos conocimos hace mas de doce años. En ese tiempo, tenía un
programa de radio en el cual pasaba solo rock nacional. Nos conocimos
en La Terraza, en Aguas Dulces, y luego nos encontramos en un bar de
Montevideo para hacer una nota... Fabián (Krut) y Diego tuvieron
siempre terrible onda conmigo. ¡Hay que pensar que yo era casi un
niño!
((artículo publicado en CarasyCaretas, 08/2015))
((artículo publicado en CarasyCaretas, 08/2015))
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