hay quienes la conocen por esas dulces y optimistas canciones que han sonado por las radios en los últimos meses. la nueva estrella mexicana se llama julieta venegas, y antes de dar el sí que la llevó al altar de la fama, con la complicidad de coti sorokin, no debe ignorarse que grabó dos discos que lejos están del estado emocional... ¡corten!
en este blog se habla de objetos y no de emociones, y aunque debo confesar que el disco sí es tan adictivo como jessico de babasónicos, la otra cara de julieta, la introspectiva y decididamente looser, editó hace unos años una maravillosa obra, llamada bueninvento, en la que asomaba como una de las voces más lúcidas de la última generación de cantautores en nuestro idioma. algo así como la traducción fronteriza del célebre 99.9ºf de suzanne vega. canciones como ‘hoy no quiero’, ‘sería feliz’ y ‘casa abandonada’ sencillamente están en las antípodas de cualquier canción de su exitoso disco ‘rosado’... pero, sin embargo, la canción es la misma, apenas un matiz diferente de una misma voz.
la voz de tijuana. la de luces y sombras. la del amor y el desamor.
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