Yo, Michael Moore, les digo que...

cinco razones para devorar el libro estúpidos hombres blancos:
UNO
michael moore alterna datos, datos y más datos con humor y momentos de filosa ironía. el lector obtiene rápidamente datos y más datos para ser utilizados en sobremesas y sentir que hizo bien en leer el libro.
DOS facilita la comprensión acerca de la política norteamericana, incluyendo la oscura interna demócrata de la era clinton. viene bien para realizar paralelismos locales de vicios bipartidistas y para prender velitas por kerry o clark.
TRES argumenta con convicción y no pocas certezas sobre la irracionalidad de las grandes corporaciones y su implicancia en los gobiernos de clinton y bush. ¡cuidado: no predique después contra la carne de vaca!
CUATRO incluye un pintoresco anecdotario de george w. y una carta abierta al presidente en la que lo acusa -entre otras cosas- de analfabeto, borracho, ladrón y llorica. no lo han llevado a la justicia, por lo que la chismografía debe ser más que cierta y ciertamente una muestra del cinismo estadounidense.
CINCO acompaña el hilarante ensayo con momentos de gran periodismo, cuando ataca el sistema de justicia, los problemas del sector educativo y demuestra la manipulación de las últimas elecciones. grandes momentos del libro que por suerte no son opacados por la megalomanía del autor.

cinco razones para evitar la lectura de estúpidos hombres blancos:
UNO
el pensamiento del autor, el señor michael moore, es tan liso, plano y unidimensional como el de un pastor evangelista votante de los republicanos. si los republicanos deciden celebrar la navidad, seguro que moore descubre que papá noel tenía pozos de petróleo en texas.
DOS prosiguiendo: es capaz de superar el aburrimiento crónico que produce leer a noam chomsky. por lo menos, tiene un buen sentido del humor, aunque a veces se acerca demasiado al ingenio de guambia, sobre todo en las ridículas propuestas que propone para cambiar el estado de las cosas.
TRES el pensamiento simplón lo lleva a acertar pero también a grandes horrores: afirma –con la más cándida seriedad ensayística- que las mujeres son superiores a los hombres, que los negros son superiores a los blancos, entre otros barbarismos. no era necesario llegar a tanto, michael. para eso está homero simpson.
CUATRO moore habla tanto de sí mismo que por lo menos veinte o treinta veces hace la lectura insoportable. bla, bla, bla. yo, michael moore, les digo... yo, como poseedor de la verdad... ¿quién se cree que es? ¿el gurú de los necios?
CINCO analizando el personaje moore, el principal del libro junto a su archienemigo george w. bush, puede llegarse a la conclusión de que tiene un comportamiento claramente paranoide. él mismo dice haber escrito la biblia antinorteamericana. sin embargo, tal cual su odiado presidente, su impunidad literaria está cerca de ser, por momentos, un atentado a la inteligencia.

indicaciones para la lectura de estúpidos hombres blancos:
es un libro ideal para el verano, con un gran sentido utilitario en lo que se refiere a su posterior uso social. o sea, cuando esté con amigos, puede lanzarse con un "como dijo michael moore... bla bla bla". en definitiva, pese a las pretensiones del autor, que quedarán sepultadas por ensayos de verdaderos analistas políticos, no deja de ser interesante la lectura del best-seller de un tipo capaz de sostener la banderita yankee y posar como un verdadero "estúpido hombre blanco". Por lo menos es capaz de reírse de sí mismo, aunque es probable que él crea ciegamente que "estúpido hombre blanco" sea solamente sinónimo de estadounidense republicano/ demócrata y devorador de hamburguesas.







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