Los
que hayan disfrutado de la película La grande bellezza no
sentirán sorpresa alguna al encontrar, entre los títulos amarillos
del catálogo Anagrama, una novela firmada por Paolo Sorrentino. Les
sonará ese nombre, buscarán en la solapa y disfrutarán la
coincidencia: el cineasta italiano de moda, autor de la película
ganadora del Oscar a Mejor Película Extranjera, es el autor de esa
novela que lleva una portada tan poco agradable.
No
habrá sorpresa, porque alguien capaz de firmar una obra maestra como
La grande bellezza no
es otra cosa que un escritor camuflado de cineasta, aunque poco
importe en su caso qué cualidad antecede a la otra. Todos
tienen razón es la primera
novela con su firma, ganadora del prestigioso premio Fiesole
Narrativa Under 40, que le valió ser comparado estilísticamente con
Céline y que muestra inocultables puntos de cercanía con el
personaje Jep Gambardella, el escritor cínico que interpreta en la oscarizada película -magistralmente- el actor Toni Servillo.
Ambas
son obras cercanas en su sensibilidad, en su capacidad de narrar el
otro lado de la fiesta, esa fiesta interminable que en el caso de
Todos tienen razón
entrelaza las memorias fragmentarias y torrenciales de un cantante
italiano de moda en los años 70 que decidió abandonarlo todo para
pasar treinta años entre las calles tropicales de Natal y Manaos.
Exiliado en el fin del mundo, con las vueltas de la memoria
dispuestas a ser convocadas cuando un millonario italiano lo
reencuentra con su vieja banda en la noche de fin de año de 1999.
Vuelvo
a la portada de Todos tienen razón, detalle no menor. No se les ocurra pensar en Kafka y en oscuras metamorfosis; en
todo caso el cascarudo refiere al calor, a una (casi) eterna siesta
tropical perturbada por insectos tropicales. Porque ese es el sino de
la novela de Sorrentino, un autor que no le teme a las narraciones
erráticas ni a eludir argumentos precisos, confiado en que la vida
es una suma de desvíos y pasajes sórdidos que envidiarían grandes
como Céline y agrego a la lista al también "tropical"
Henry Miller. Ideal para leer entre siestas, es una literatura
cargada de excesos.
El
muy buen cineasta Sorrentino es autor de una gran novela. Pronto se
anuncia la traducción al español de Tony Pagoda e i suoi amici,
libro de relatos protagonizados por este personaje primo de
Gambardella y muy cercano al también cantante Antonio Pisapia que
protagoniza su primera película, L'uomo in piú. Una
cosa lleva a la otra. En el caso de este talentoso napolitano, no
importa si es cine o novela, lo suyo es Literatura.
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