Cuándo y dónde sucede la creación de una canción? Es improbable certificar un tiempo y lugar exactos, porque estos dependen de quién relate la historia: si es el autor de la melodía, o incluso el arreglo, o la forma final que adquirió en un estudio de grabación; o si nos referimos a la primera vez que un oyente la hizo parte de su vida. Como no he escrito ninguna canción, y pertenezco al numeroso ejército de melómanos que son capaces de escribir un libro a partir de las sensaciones emocionales generadas por un chicle sonoro pegadizo de tres minutos, considero 'mágico' el momento de la composición. Aunque no lo sea. Por eso soy capaz de rendirme y dejarme seducir por historias o relatos que se aproximan al misterio.
En el caso de Christina Rosenvinge con su libro Debut, y también en el de Brett Anderson con Mañanas negras como el carbón (el primero de una serie de libros autobiográficos del cantante de la banda británica Suede), ocurre una magia similar: ambos libros se pueden leer sin haber escuchado sus respectivas músicas. Eso posiblemente suceda después, pero tampoco es imprescindible conocer y gustar de sus canciones para disfrutar de estos muy buenos proyectos literarios. Brett es otro maestro en el arte del desvío. Escribe un libro entero sin contar prácticamente nada de la historia conocida (y mucho menos la oficial) de Suede. Apenas hace algunas referencias a algunas de sus primeras canciones. Desarrolla en todo caso un viaje introspectivo a la infancia y adolescencia, a la periferia de Londres, al no future propio y de sus amigos cercanos, al pequeño infierno doméstico de su casa y entorno familiar. Lo que consigue es pintar en palabras la carga emocional y física del primer Suede. Y se mete en una ciudad de Londres muy poco glamorosa, la misma que recibe, en esos mismos años, a una adolescente llamada Johanna, que en todo caso es un personaje de ficción, o no, pero esa es otra historia que corre en paralelo a la de Brett, y también a la de Justine, porque de hecho en la novela que Johanna es protagonista tiene un papel decisivo una banda riot, de chicas, ni más ni menos que la gran banda de chicas del brit pop noventero, que fue Elastica, liderada por Justine, primera novia de Brett, y uno se entera en las páginas de Mañanas negras como el carbón que el glam de Suede y la ira de Elastica derivan por igual de este tormentoso fracaso amoroso de la pareja.
¿De dónde salen las canciones? Difícil saberlo. Porque una canción, en definitiva, no deja de ser una construcción escurridiza balanceándose en una combinación única de sonidos y palabras. Y esto lo tienen más que claro Christina Rosenvinge, Brett Anderson, y muy especialmente Caitlin Moran, autora de Como ser famosa, una novela imprescindible para meterse en el maravilloso mundo del brit pop pero desde un lugar un tanto más incómodo y menos heroico: una periodista provinciana, recién salida de la adolescencia, que llega a Londres y tiene varios fracasos amorosos, que aprende a los golpes y se construye groupie y feminista, que desde la escritura de artículos musicales y crónicas reescribe a su manera las canciones que ama y también las que detesta. Es una novela que debe leerse en paralelo a autoficción la de Brett Anderson y se vislumbrará un brit pop desangelado y que no sale de las escuelas de arte de la clase alta sino de las periferias y el postpunk. Es además, y no es menos importante, la cara b de la melomanía masculina al estilo Nick Hornby. Tres muy buenas lecturas, y muy buenas bandas sonoras posteriores.
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